El PP presiona a Casado para rechazar otra prórroga de la alarma
Bases, cuadros y dirigentes del PP empujan a Casado a poner fin al crédito concedido a Sánchez por la pandemia. El líder popular duda qué hacer
El rumbo político de España podría cambiar drásticamente el próximo miércoles, cuando el Congreso de los Diputados vote la cuarta prórroga del estado de alarma (en vigor desde el 14 de marzo). Pedro Sánchez ha podido contar hasta ahora con un amplio apoyo de la Cámara, principalmente porque el PP ha ido validando esta excepcionalidad debido a la gravedad de la pandemia. Pero las cosas están cambiando y las posibilidades de un viraje del PP van en aumento.
El Gobierno ha logrado hasta ahora sacar adelante las prórrogas del estado de alarma con una vasta mayoría de 270 votos a favor (PSOE, Podemos, PP, Ciudadanos, PNV y los minúsculos partidos regionales), 25 abstenciones del bloque soberanista (ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu y BNG) y 54 en contra (Vox y CUP). Pero los ánimos están cada vez más calientes en el PP, harto de cómo Sánchez está manejando la crisis, «todo por la vía de la imposición y sin contar con nosotros».
Y las presiones de bases, cuadros y dirigentes están alcanzando de lleno a Casado, inmerso en un mar de dudas. No es fácil acertar políticamente debido a lo delicado del momento. El líder del PP contempla, por una parte, arrimar de nuevo el hombro para que no se diga pero, por otra parte, considera que ha llegado el momento de dejar a Sánchez a merced de los socios que escogió al principio de la legislatura, es decir, del conglomerado de formaciones soberanistas.
«Las presiones en el partido para que Pablo Casado diga que no a otra prórroga del estado de alarma son cada vez más mayores», explican fuentes del PP, testigos de cómo se ha extendido en la familia popular la idea de que no hay que dar ni un metro más de confianza a este gobierno.
El PP mira de reojo a los socios de Sánchez
Casado, no obstante, no quiere precipitarse y no tomará hasta la semana que viene la decisión. Antes, hay varias circunstancias que influirán en la dirección del PP y una, fundamental, está relacionada con la evolución del PSOE respecto a PNV y ERC.
Nacionalistas vascos y republicanos catalanes han sido las dos muletas básicas del gobierno de PSOE y de Podemos desde la investidura, pero los soberanistas no están conformes con que Sánchez continúe reteniendo por más tiempo el mando único de la crisis y exigen que sus ejecutivos autonómicos recuperen competencias después de un mes y medio de excepcionalidad.
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Hay otro factor que pesa para todos, para socios y no-socios, y es que el PSOE comienza a percibirse como un partido cada vez más quemado por la crisis sanitaria y económica, y ninguno tiene particular interés en salir escaldado.
Los populares, pese a todo, están convencidos de que Sánchez mantendrá a salvo la alianza con los socios soberanistas porque nunca la ha perdido hasta el momento y porque «ya ha demostrado que está dispuesto a casi todo para mantener el poder».
Sánchez y la posibilidad de elecciones
Existe otra posibilidad, más remota, y es que el presidente del Gobierno lleve al límite la situación y amenace con una convocatoria electoral si la Cámara retira los apoyos para prorrogar el estado de alarma. «Irse a unas elecciones en este escenario tan terrible, tan descontrolado con la pandemia es prácticamente inasumible. No creo que esté dispuesto a llegar tan lejos», opinan voces del PP.
El debate está abierto en la dirección del PP. Hay quienes opinan que si se vota a favor de una nueva prórroga del estado de alarma hay que hacerlo con condiciones contundentes. «De acuerdo con que el Gobierno retenga el mando único para lo relacionado con la crisis sanitaria. Pero todo lo que tenga que ver con el plan de desescalada a nivel económico, todo ese bloque hay que pactarlo y, por tanto, lo anunciado hasta ahora no vale y se acuerda», dice un dirigente.
Todo ello está sobre la mesa de Casado, que, de momento únicamente ha optado por endurecer el discurso contra Sánchez. «Puede seguir haciendo el ridículo, pero no nos pida que lo hagamos con usted», le dijo este martes en el Congreso.