El PP prepara una revisión «en profundidad» de las participaciones de la SEPI si gobierna
Alberto Núñez Feijóo y los suyos pretenden marcar una época en las empresas públicas si se hacen con la Moncloa. ¿Cómo? Poniendo "orden", explican a ECONOMÍA DIGITAL
Alberto Núñez Feijóo ante los empresarios catalanes. Imagen: Cercle d’Economia
Las propuestas del Partido Popular para las elecciones del 23J y el plan para ya no sólo los cien primeros días, sino las líneas maestras de áreas estratégicas comienzan a resolverse. Porque el adelanto electoral ha acelerado los tiempos y los procesos, pero en Génova no sienten que les haya pillado con el pie cambiado.
Así, desde el entorno del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha salido una orden clara si consiguen hacerse con la Moncloa este verano: habrá que repasar las cuentas concienzudamente. Y eso implica, claro, estudiar las empresas con participación pública.
Pero, según adelanta ECONOMÍA DIGITAL, no se ceñirá a las sociedades mercantiles estatales y entidades públicas empresariales, sino que el foco estará en las participaciones de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
«Poner orden»
Es precisamente ahí, en la SEPI, donde el Gobierno tiene capacidad parcial o total de nombrar a sus presidentes. Esto, de facto, supone un aviso a navegantes en Redeia, Correos o Indra, por ejemplo. Si hay un nuevo Gobierno, será un tiempo distinto.
De todos modos, las decisiones no se tomarán a la ligera. Primero será cuestión de «poner orden», señalan fuentes del máximo nivel popular a este periódico. Pero después habrá que tener en cuenta y analizar «las realidades de las distintas empresas».
Vender activos o reducir la cartera
Todo ello, claro, conociendo al dedillo y la letra pequeña de cuántos y cuáles son los distintos acuerdos ya comprometidos por el Gobierno de Pedro Sánchez con respecto a estas entidades. Y ahí, en ese momento, será cuando decidan marcar perfil con decisiones.
La clave reside en la foto fija, que Génova no cree poder conocer al milímetro desde la oposición. En la mesa, a priori, están todas las cartas, incluso la venta de activos o la reducción del entramado de empresas públicas. El objetivo es claro: priorizar la economía y empujar a la eficiencia y el crecimiento.
