El PP declina una regeneración interna como piden los críticos
La secretaria general de los populares asegura que el partido actúa con contundencia para atajar la corrupción
El Partido Popular contra el Partido Popular. La formación política en el Gobierno ha tenido que salir al paso de las voces críticas internas que pedían cambios en la cúpula a raíz de los últimos escándalos de corrupción, como es el caso Púnica, y por el desplome electoral que vaticinan las encuestas.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha sido la que este lunes ha roto el silencio para declinar sin titubeos cualquier cambio en la dirección nacional. «Hasta ahora no se ha hecho ningún planteamiento en esa dirección que yo conozca. Sí he leído algunos artículos, pero no me ha llegado ninguna de esas opiniones», ha afirmado.
Críticas “anónimas”
La número dos del PP se enroca a la hora de asegurar que su partido está haciendo todo lo que está en su mano para atajar una crisis interna sin precedentes. Cospedal ha asegurado que la formación política está actuando “con mucha claridad” adoptando medidas contundentes. “El PP ha hecho todo lo que podía hacer, nosotros no podemos meter a la gente en la cárcel”, ha sostenido ante los medios de comunicación.
Pero no sólo ha defendido la gestión de su partido ante los casos de corrupción. Cospedal también ha arremetido contra aquellas voces que, en privado y de forma anónima, que critican al PP y piden cambios en su estructura.
“Me gustaría que esos cambios fueran directos. Creo que tiene mucho de cobardía. Y las cosas, como todo en la vida, hay que decirlas a la cara. De los comentarios anónimos tengo que fiarme lo justo”, ha sentenciado la número dos del PP.
Desplome electoral
Las palabras de Cospedal se hacían escuchar un día después de que El País publicara una demoledora encuesta para los populares y los socialistas. O lo que es lo mismo, para el bipartidismo español.
Según el diario, Podemos sería la opción más votada, por delante del PP y del PSOE. Un revés electoral que no sólo acabaría con el mapa que durante más de 30 años ha dominado el hemiciclo. Es una herida más que ahonda en la crisis del PP. Aunque el verdadero termómetro llegará en los próximos días, cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publique un pospuesto barómetro electoral.