El PP busca reenfocar la polémica del aborto y planta cara al Gobierno: «Vox es un chollo para Sánchez»
El portavoz del PP, Borja Sémper, ha endurecido su tono para dejar claro que "el Gobierno usa a las mujeres en una guerra de bandos. Vox acude al rescate mediático de Sánchez"
El embrollo generado con el anuncio por parte del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), de un protocolo calificado por él mismo como «antiabortista» que obligaba, en principio, a los profesionales sanitarios a ofrecer a las mujeres que desearan interrumpir voluntariamente su embarazo una ecografía 4D y una escucha del latido fetal -algo negado por el propio presidente de su partido, Santiago Abascal, y por el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco (PP)-, ha obligado al portavoz del PP nacional, Borja Sémper, a ayudar a su barón autonómico y explicar que, a sus ojos, no se trata más que de una maniobra política por parte de la extrema derecha a la que se ha sumado el Gobierno de Pedro Sánchez.
«En ningún caso Castilla y León va a actualizar protocolo alguno, la ley vigente y el protocolo médico se mantienen», ha argüido Sémper en una rueda de prensa en la sede nacional, pospuesta hasta que terminara la declaración institucional de Mañueco. «Esta es la manera de solventar cualquier duda: el Gobierno usa a las mujeres en una guerra de bandos. Vox acude al rescate mediático de Sánchez. Vox es un chollo para el Gobierno de Sánchez y Podemos«, ha insistido el portavoz, en un tono muy duro.
Para Génova, según Sémper, lo que consigue Vox con este tipo de iniciativas es «ruido mediático, y en justa correspondencia Sánchez y Podemos, evitar la atención en los temas que sí se han aprobado y están afectando de manera directa a las mujeres«, en referencia a la conocida como ley del sólo sí es sí y las rebajas de penas a condenados por delitos sexuales.
«Esta polémica nunca se debería haber producido»
El PP quiere dejar claro que no existe un protocolo antiaborto, sólo un nuevo paquete de prestaciones para las mujeres embarazadas en Castilla y León, pero sí ha reconocido que «la polémica» de Castilla y León «nunca se debería haber producido». Aunque hay un claro responsable para los populares: Vox.
«La polémica suscitada […] ha afectado a las mujeres», y se ha generado de manera «artificial», algo que «para Vox y Sánchez ha sido positiva, pero para la política española no», ha zanjado.