El portal de transparencia de Mas hace que encontrar cualquier dato sea misión imposible
El portal que debería especificar información sobre las administraciones catalanas remite a otras páginas y dificulta extraer caulquier información
En diciembre, el Parlament aprobó una ley de «transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno». La norma entró en vigor el 1 de julio de este año y, para aplicarla, el Govern de Artur Mas abrió un portal de transparencia en internet del que, en principio, cuelgan todos los datos del quehacer de la Administración que pueden interesar a los ciudadanos.
La consejera de Governació, Meritxell Borràs, aseguró que esta norma es «una de las leyes más exigentes del mundo». Pero del dicho al hecho va un trecho. El portal existe, pero a la hora de buscar datos remite a otras webs y portales y se convierte en un galimatías del que es muy difícil extraer información.
Ir a cada entidad, una por una
Contiene, por ejemplo, un apartado sobre «relación de altos cargos y directivos». El usuario espera encontrar un listado detallado de quiénes son los altos cargos de la Administración catalana, cuál es su remuneración y, al menos, una breve explicación de las tareas que tienen encomendadas.
Pero no hay nada de eso. La web recomienda «ir a cada entidad del sector público y consultar los datos de los directivos». Para eso, que ya se podía hacer antes de la existencia del portal de la transparencia, hay que investigar cuántas entidades dependen de la Generalitat y entrar en sus respectivas páginas web una por una. Un auténtico trabajo de chinos.
Información desordenada e incompleta
En otro apartado, el portal se refiere a las incompatibilidades de los cargos públicos. Sería razonable que explicará casos de incompatibilidad que se han producido, pero la web de transparencia se limita a reproducir la legislación sobre incompatibilidades.
El portal tampoco contiene un apartado específico sobre las subvenciones que concede el Govern. Rebuscando entre sus recovecos se puede encontrar alguna información relativa a las ayudas, pero desordenada y nunca referida a las subvenciones de importe inferior a 3.000 euros, por lo que resulta muy fácil burlar la ley concediendo a un mismo beneficiario varias ayudas en pequeñas cantidades para evitar darles publicidad.
Auditorías que brillan por su ausencia
En otro apartado, se habla de las auditorías del sector público. Pero al darle al click no se encuentran los esperados informes de fiscalización, sino otro tipo de documentos que se han ido acumulando a lo largo de la legislatura. Por ejemplo, en lo que se refiere al Departamento de Cultura se pueden encontrar los planes estratégicos de la Generalitat en esta materia y el Acuerdo Nacional para la Cultura. Los informes de auditoría brillan por su ausencia.
La Generalitat no facilita la información a los ciudadanos, pero tampoco a los diputados de la oposición. Los parlamentarios formulan consultas a través del Parlament, que luego se publican en un boletín interno. La documentación es de acceso público, pero la mayoría de las respuestas, sobre todo las referidas a cuestiones controvertidas, gastos superfluos y otros asuntos son inconcretas e insuficientes.
Opacidad incluso con los diputados de la oposición
Al consejero de Presidència, Francesc Homs, le preguntaron, por ejemplo, sobre el coste de la edición del libro Vàrem mirar ben al lluny del desert que publicó la Generalitat. Respondió el secretario general de Presidència, Jordi Vilajuana, textualmente: «El coste de la edición del libro Varèm mirar ben al juny del desert se cargó a la partida D/240000100/1210/0000 de gastos de publicaciones del presupuesto de Presidència».
El diputado que formuló la pregunta tendrá que ingeniárselas y escavar entre las partidas presupuestarias si quiere dar con la respuesta. Lo mismo le ocurrirá al parlamentario que quiso saber cuánto costará el traslado de la sede de la Agencia Tributaria de Cataluña, que ahora se ubica en la calle Fontanella, pero que se instalará en la Zona Franca.
Misteriosas subvenciones
En esta ocasión contestó el consejero de Economia, Andreu Mas-Colell. La respuesta es larga, pero no arroja ninguna luz sobre el asunto, porque, en definitiva, el importe del traslado «se conocerá una vez se realice la adjudicación de la licitación de las obras».
Otro diputado quiso saber «sobre el otorgamiento de subvenciones a The Parliament Magazine o a Dods Parliamentary Comunications«. También se quedó con un palmo de narices, porque Borràs, la que presumía de que Cataluña tiene la mejor ley de transparencia del mundo, le contestó que para saber de esas ayudas lo que hay que hacer es «consultar las diferentes convocatorias de subvenciones publicadas en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC)».
Borràs remitió también en su respuesta, publicada en el Boletín del Parlament del 24 de julio, al nuevo portal de transparencia. Pero encontrar las subvenciones a estas publicaciones extranjeras en el DOGC o en el portal es una auténtica misión imposible, que no superaría con éxito ni Tom Cruise.