El PNV saca los colores a Sánchez por permitir que el turismo «campe a sus anchas»
El PNV echa en cara al Gobierno que permita que "ingleses, franceses e italianos campen a sus anchas, mientras los españoles cumplen con las restricciones impuestas".
El Partido Nacionalista Vasco ha preguntado al presidente del Gobierno este miércoles sobre si el Gobierno justifica los viajes de ocio mientras los españoles cumplen con las restricciones para frenar la pandemia de coronavirus.
Una pregunta a modo de crítica que la mayoría de partidos en el Hemiciclo le ha formulado a distintos miembros del Ejecutivo estas semanas. «La forma en que se está gestionando causa perplejidad y eso puede derivar en la ciudadanía en frustración», le espetó a Pedro Sánchez el diputado Aitor Esteban.
El presidente dio la razón al dirigente vasco asegurando que «a mí no me parece razonable» y acto seguido, y como vienen haciendo los diferentes miembros del Gobierno esta semana, culpó a la Comisión Europea.
Sánchez aseguró que «este no es un debate nuevo, venimos arrastrándolo desde el inicio de la pandemia. España ha seguido las directrices de la Comisión Europea, que ya dijo que el cierre de fronteras no garantizaba la propagación del virus».
El socio de gobierno echó en cara al Gobierno que permita que «ingleses, franceses e italianos campen a sus anchas, mientras los españoles cumplen con las restricciones impuestas. Mientras, Francia está cerrando la frontera. Paris está cerrado, Alemania cierra Berlín y sus ciudadanos siguen llegando en vuelos fletados uno tras otro».
Esteban también señaló a la ministra de Turismo, Reyes Maroto, para añadir que ella misma dijo que se podían controlar los aeropuertos «y en Barajas no se pide ni siquiera la tarjeta de embarque. A ver si esta política de relajación fronteriza va a ser pan para hoy y hambre para mañana. Se lo dicen hasta en Bruselas. Pídale coherencia a sus socios europeos porque hasta el Consejo Europeo se va a hacer telemáticamente», zanjó el diputado del PNV.
Montero dice que aplica la «reciprocidad»
Lo cierto es que el Gobierno lleva intentando salvar esta polémica toda la semana. La ministra portavoz, María Jesús Montero, justificó este martes que España permita en Semana Santa los viajes internacionales pero no los desplazamientos domésticos ya que lo hace por «reciprocidad» con el resto de países europeos que «están haciendo lo mismo».
«Estamos haciendo exactamente lo mismo, en reciprocidad con lo que se está planteando en otros países», esto es, que las personas que entren en nuestro país dispongan de una PCR reciente negativa y que, una vez aquí, «tienen que respetar y compartir exactamente las mismas limitaciones» que los españoles, enfatizó.
Por ello, «si lo españoles pueden entrar con una PCR a otros países, en reciprocidad es lógico que en el conjunto de la UE no haya diferencias», abundó la ministra de Hacienda al ser preguntada reiteradamente por la coherencia de que España permite los desplazamientos internacionales pero no los domésticos.
En este sentido, ha asegurado que ello es compatible además con las «reglas del juego» con las que se dotaron el Ministerio de Sanidad y los consejeros del ramo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud cuando acordaron una batería de actuaciones coordinadas de cara a la Semana Santa y el Puente de San José, entre ellas la del cierre perimetral de las autonomías.
«Todos los ciudadanos somos muy conscientes de que esta pandemia no entiende de fronteras; la disminución de la movilidad ha sido, hoy por hoy, el arma terapéutica, hasta la aparición de la vacuna, que hemos tenido para frenar los contagios y proteger a las personas más vulnerables», comentó.
No obstante, Montero ha abierto la puerta a que en su nueva reunión este miércoles, el Interterritorial adopte «medidas complementarias» para tratar de evitar la cuarta ola, porque la experiencia, como la de las pasadas Navidades, ya ha demostrado que las consecuencias de tratar de salvar estas festividades «son perores».
Con todo, la portavoz ha recordado que las comunidades tienen la competencia de asumir nuevas restricciones a las acordadas y que desde el Ejecutivo respaldarán cualquiera de ellas.
Y si una comunidad entiende que no deben entrar a su territorio, «aunque pueda aparentar que no es coherente» con la de personas de otros países, es porque hay esa reciprocidad con la UE, pero también «coherencia» con la delegación de competencias, fruto de la cogobernanza.