El Pdecat muestra la puerta del partido a los afines a Puigdemont
El portavoz de la formación, Marc Solsona, emplaza a los alineados con Puigdemont a irse: "El Pdecat no contempla la doble militancia"
El Pdecat se encamina hacia un escenario de ruptura con JxCat, salvo un pacto in extremis. El portavoz de la formación heredera de Convergència, Marc Solsona, ha subrayado que aquellos asociados que militen en otro partido –en referencia a JxCat, que inaugurará Carles Puigdemont este sábado– deben darse de baja.
Solsona ha defendido que la salida del Pdecat es la «manera noble y honesta» de irse a JxCat. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Solsona ha explicado que no hay un acuerdo con Puigdemont para que la formación posconvergente se integre en el espacio y que no hay lugar para una afiliación en paralelo: «Todos los asociados saben que el Pdecat no contempla la doble militancia».
El portavoz del Pdecat ha defendido que si un asociado cree «libre y legítimamente que el Pdecat no es su partido, por las razones que sean, y se va a militar a otra formación, no debe esperar a que el Partit Demòcrata le expediente o actúe; lo que tiene que hacer, de manera noble y honesta, es darse de baja».
«Elemento tóxico»
La formación decidirá su futuro el próximo 30 de junio en un Consell Nacional que se prevé tenso, donde partidarios y detractores del expresidente catalán fugado a Waterloo expondrán la conveniencia o no de disolver al Pdecat en el nuevo proyecto de Puigdemont. En ese contexto, Solsona ha insistido que los militantes de JxCat abandonen al Pdecat: «Estaría bien que lo escogiera la gente del Partit Demòcrata y no la que está trabajando para otra organización».
«El Pdecat, a diferencia del nuevo partido, sí tiene claro lo que representa, a quién se dirige y el fondo ideológico, y no necesita esperar a octubre para clarificarlo, porque ya lo sabe hoy en día», ha defendido el portavoz posconvergente. Solsona ha criticado que los partidarios de Puigdemont «menosprecien como si fuera un elemento tóxico» al Pdecat, cuando lo que hacen es precisamente «crear unas nuevas siglas para hacer política».
Pese a los ataques y amenazas, Solsona ha vuelto a pedir que se permita que el partido «continúe existiendo» dentro de la nueva JxCat entendida como una sopa de siglas, algo a lo que todo el entorno de Waterloo se opone. El portavoz del partido ha pedido «lealtad y respeto» a lo que representa el Pdecat.
Robo de la marca JxCat
El expresidente Carles Puigdemont se salió con la suya al apoderarse de la marca de Junts per Catalunya que el Pdecat tenía bajo su control en el registro de partidos. Los afines de Puigdemont maniobraron para que el presidente del partido –hasta entonces Laia Canet– pasara a ser el afín a Waterloo y alcalde de Balenyà, Carles Valls.
El partido se sintió molesto con el giro de Puigdemont. A través de un comunicado, expresó que se harían «las consultas oportunas en el Registro de Partidos para conocer en base a qué documentos se han efectuado estos cambios»: «Reiteramos que JxCat no puede entenderse sin el Pdecat, tal y como consta en todos los acuerdos establecidos hasta la fecha de hoy».
Días después, Bonvehí aseguró sentirse defraudado con Jordi Sànchez y Carles Puigdemont por la jugada que, a su juicio, se había producido, aunque siguió apelando al diálogo. Por su parte, la portavoz de JxCat en el consistorio barcelonés, Elsa Artadi, ha asegurado también en la radio pública catalana que hasta octubre no se decidirá sobre la doble militancia: «Queremos que todo el mundo sea igual dentro del partido, con la misma lealtad, derechos y deberes».