El Pdecat maquina un cambio de rumbo: de la CUP a los comunes
El Pdecat confía en que los ánimos se serenen para explorar una alianza con los comunes que permita evitar unas nuevas elecciones
Fracasado el pacto de investidura con la CUP, Junts per Catalunya (JpC) y ERC se preguntan qué hacer ahora. Es pronto porque JpC y ERC están en plena terapia de grupo. Los socios soberanistas reclaman tiempo para asimilar los encarcelamientos y el fracaso de negociación con la CUP, pero los días de gracia acabarán sin apenas haber empezado.
Una primera idea ya se ha abierto paso: hay que serenar los ánimos y enfriar el clima político para explorar las opciones que quedan para formar gobierno. Faltan dos meses para la convocatoria automática de elecciones y, por tanto, hay margen para salvar la situación, consideran.
El Pdecat quiere que se serenen los ánimos antes de cambiar de rumbo
En este contexto hay que situar el consejo político de este sábado del Pdecat. El partido neoconvergente invitó a la reunión a todos los diputados de JpC con el propósito de dulcificar el ambiente y de cerrar filas con los fieles a Puigdemont, con Elsa Artadi y compañía.
Los recientes encarcelamientos tienen muchas derivadas y no todas son emocionales. Entre otras, se ha impuesto un obligado cambio de negociadores debido al ingreso en prisión de Jordi Turull y Josep Rull. En el nuevo equipo negociador del Pdecat estarán Marc Solsona, Lluís Font y Lluís Guinó.
Una idea que sobrevuela
Ellos tres tendrán por misión comprobar si existe la posibilidad de firmar algún tipo de acuerdo de estabilidad con Catalunya en Comú. La dirección del Pdecat ya hace semanas que querría trabajar en este terreno, pero durante las últimas semanas han centrado sus esfuerzos en lograr un pacto con la CUP. «Hace tiempo que la idea de acercarse a los comunes sobrevuela en el partido», admiten voces del Pdecat.
Aunque se trata de un pacto contra natura, el Pdecat es consciente de que no quedan muchas opciones. El partido coordinado por Marta Pascal se siente escarmentado por los portazos de la CUP y no va a hallar problemas en ERC para alentar una alianza con los comunes de Xavier Domènech.
ERC ya ha defendido en varias ocasiones una aproximación a los comunes
Eso sí, habrá que comprobar si por parte de los comunes existe predisposición para construir un pacto en torno a la idea de «un proceso constituyente» y habrá que librar una dura batalla para consensuar la figura de un presidente de la Generalitat.
El problema, como tantas otras veces, es Puigdemont. El expresidente, en paradero desconocido, es partidario de seguir buscando un acuerdo con la CUP. ERC no se niega a ello, pero exige una solución simple, la más simple posible: que Puigdemont, junto a Toni Comín, renuncien al acta de diputado para que la mayoría soberanista tenga operativos sus 66 votos y puedan imponerse a los 65 de Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PP con la abstención comprometida de la CUP.