El Parlamento catalán rompe con el Constitucional y aprueba la »desconexión» con España
Junts pel Sí y la CUP fuerzan el debate sobre el proceso constituyente, con toda la oposición en contra, que decide no participar
El Parlamento catalán rompe con el Tribunal Constitucional y aprueba un referéndum ilegal. Los grupos de Junts pel Sí, que incluyen a Convergència y a ERC, y la CUP, han forzado la inclusión de la votación de la conclusiones del proceso constituyente en el pleno del Parlament y han votado a favor de un «mecanismo unilateral de ejercicio democrático», que se asimila a un referéndum unilateral de independencia, en clara muestra de rebeldía a lo que el Tribunal Constitucional había advertido, tras la sentencia emitida por la consulta del 9N.
El debate ha sido tenso, con un intercambio de valoraciones entre los diputados. La oposición no ha participado en la votación, al entender que se trata de un «golpe a la democracia». Los diputados de Ciudadanos y del PP han abandonado el hemiciclo.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha repetido una y otra vez que la votación demostraba que la cámara catalana era «soberana», al margen del Constitucional, y de las valoraciones sobre la necesidad de mantener «el diálogo y los puentes abiertos», como ha asegurado el diputado de Catalunya sí que es pot, Joan Coscubiela. Previamente al debate, el Parlament ha aprobado afrontar esa cuestión, por 72 votos a favor y 51 en contra. Y en la votación final, sobre las conclusiones, los votos a favor no han variado, 72, por 11 en contra. Los que faltan se han ausentado de la cámara.
Desconexión
Las intervenciones de los diputados Ferran Pedret (PSC), sobre la necesidad de atender la legalidad, y en función de las atribuciones del Parlament; de Xavier Garcia-Albiol (PP) o de Inés Arrimadas (Ciudadanos), además del propio Coscubiela, no han servido de nada.
Cuestión de confianza de Puigdemont
Y la CUP exigía claras muestras de «desobediencia» para sacar adelante esa cuestión de confianza, que implica poder seguir gobernando. En caso contrario, Puigdemont debería convocar elecciones, si en el periodo de dos meses no hubiera otro candidato alternativo.