El Parlament rechaza la investidura de Pere Aragonès
Junts empuja al candidato de ERC a una votación fallida y amenaza con volver a boicotear su elección el próximo martes
El Parlament ha rechazado la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat tras una maratoniana sesión parlamentaria donde el republicano ha intentado convencer hasta el último momento. El presidenciable republicano ha sumado únicamente 42 diputados, los 33 de ERC y los 9 de la CUP, contra 32 abstenciones de Junts y 61 votos en contra de PSC (33), Vox (11), En Comú Podem (8), Ciudadanos (6) y el PPC (3).
El candidato republicano ha implorado hasta el último momento a Junts que cambie el sentido de su voto. Les ha emplazado a «tender de nuevo la mano al resto de formaciones con quien compartimos los objetivos de afrontar con toda la fuerza y sin más demora todas las urgencias sociales […] especialmente a Junts, pero también a En Comú – Podem, a quien espero convencer a lo largo del día de hoy en el marco de este debate de investidura”.
«Si hay voluntad, estamos a tiempo. Hoy mismo, ahora mismo». Las llamadas de Aragonès por rubricar un pacto con Junts han caído en saco roto. El portavoz de Junts per Catalunya, Albert Batet, lejos de cambiar su voto, le ha pedido al candidato de ERC que rechace ir a un la segunda vuelta de la investidura: «No se precipite».
JxCat: “Le pedimos que no haya segunda vuelta hasta que haya pacto”
“Le pedimos que no haya segunda vuelta hasta que haya pacto”, ha asegurado Batet. El diputado de Junts per Catalunya ha lamentado que, “aunque es cierto que podría haber acuerdo, no lo hay”. El partido de Carles Puigdemont se emplaza a ganar tiempo conseguir un buen acuerdo, como llevan apuntando a lo largo de toda la semana.
El tema del Consell per la República se ha vuelto a colar en el Parlament, uno de los principales escollos para la formación del Govern, puesto que Junts pretende someter al Govern de Aragonès a esta institución opaca y privada. El portavoz de JxCat en el Parlament, Albert Batet, ha insistido en que es en Europa donde “se gana la legitimidad”, y se ha extrañado del motivo por el que ERC no quiere aceptar una “bifurcación” de funciones.
Batet también ha lamentado la presión ejercida contra su formación esta semana, con las prisas de ERC y la CUP para que se sumaran al acuerdo que ambas formaciones firmaron el domingo: “El pressing Junts no funciona”. El portavoz ha insistido en que quieren “un buen acuerdo”, y ha exigido respeto porque Junts ha sacado tan solo un diputado menos.
Pese al pacto con los antisistema y los halagos de Aragonès, la CUP ha rebajado su alianza con ERC a un «acuerdo de mínimos». La portavoz antisistema, Dolors Sabaté ha dejado claro que su apoyo se circunscribe únicamente a la investidura y que el voto favorable no es «un cheque en blanco».
El PSC carga contra la CUP y se ofrece para abrir «un nuevo tiempo»
Con quien también se ha enfretado ERC es con el PSC, quien ha ejercido el liderazgo de la oposición pese a su voluntad de postularse a la investidura si los republicanos fracasan. El candidato socialista ha lamentado que Aragonès siga atrapado en el relato de los últimos diez años, y ha lamentado que el 6% de los votos que representan los antisistema condicionen la legislatura: “Usted lo que ha hecho ha sido ceñirse a reproducir el programa electoral de la CUP”.
Salvador Illa ha insistido en la posibilidad de formar un Govern de izquierdas. “La victoria del PSC hace posible una mayoría de izquierdas”, ha asegurado, instando a Pere Aragonès a buscar otras mayorías, proyectos “más viables e inclusivos” y “abrir un nuevo tiempo”. Una propuesta que también ha señalado en Comú Podem, que ha pedido a ERC que deje de «humillarse» frente a Junts.
Las polémicas intervenciones de Laura Borràs y el boicot a Vox
La investidura ha vivido algunos momentos de tensión. Los diputados de ERC, Junts, CUP y Comuns han abandonado el auditorio donde se celebra la sesión de investidura cuando el portavoz de Vox, Ignacio Garriga, ha salido a la palestra. Estos partidos, conjuntamente con el PSC, habían firmado un pacto para «aislar a la extrema derecha» de la actividad parlamentaria.
También las salidas de tono de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, quien ha intervenido en varias ocasiones para reprochar a algunos diputados su posicionamiento. Ha iniciado la sesión con críticas a Ciudadanos por presentar una reconsideración antes de que comenzara el pleno. También, ha criticado el contenido del discurso de Garriga, al que ha acusado de «xenófobo» y «machista», mientras que ha dado un toque a Carrizosa por usar expresiones «lesivas».