El Parlament cambia la ley de ex presidentes para adaptarla al caso Pujol
Establece un nuevo procedimiento para revocar las prerrogativas de los ex mandatarios en caso de pérdida de la honorabilidad
Poco antes de retirarse, en 2003, Jordi Pujol dictó la ley de los ex presidentes de la Generalitat que le daba derecho a tener un sueldo vitalicio, un despacho céntrico, secretaria, chófer, asistentes, coche oficial y seguridad.
Con esa norma, Pujol se aseguró una jubilación más que confortable. La ley le otorgaba el derecho de disfrutar a partir de los 65 años (que ya había cumplido cuando dejó la presidencia de la Generalitat) de una pensión equivalente al 60% del sueldo de presidente catalán.
Pensión para la viuda
Artur Mas cobra 144.030 euros. Así, la pensión para ex presidentes se eleva a 86.418 euros brutos al año. Una cantidad que sus viudas pueden seguir percibiendo en caso de fallecimiento del ex mandatario. Lo que también garantizaba una vejez tranquila a Marta Ferrusola.
Pero hace un año, Pujol confesó que tenía un dinero en Andorra y dejó de ser molt honorable para pasar a ser silbado e insultado por muchos ciudadanos a las puertas de su domicilio. Mas decidió quitarle todas las prebendas: el despacho, la secretaria, el coche oficial, los asesores… Pujol sólo mantiene la seguridad.
Pérdida de la honorabilidad
Ahora, un año después, el Parlament ha impulsado un cambio legislativo en la ley de ex presidentes para que ésta contemple la posibilidad de la pérdida de honorabilidad de alguno de los ex mandatarios.
Tras la reforma, que se aprobó el pasado 29 de junio y que fue publicada en el diario oficial de la Generalitat del 6 de julio, se establece un complejo procedimiento para despojar a los ex presidentes de sus prerrogativas.
Para desposeer a un ex president de «sus derechos y prerrogativas» de forma «total o parcial», se requerirá una mayoría cualificada de dos terceras partes del pleno del Parlament si «se considera que ya no concurren las condiciones de honorabilidad necesarias (…) por razón de hechos conocidos o que puedan constatarse, o en caso de condena penal firme», indica la reforma legal.
Comparecencia parlamentaria del ex president
Antes de proceder a retirar las prebendas, «el Parlament debe convocar al ex presidente (…) a una comparecencia ante la comisión que corresponda, para que pueda manifestar su posición sobre los hechos», añade la modificación legislativa. Para iniciar este procedimiento, será necesario el acuerdo de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los diputados de la Cámara.
En caso de condena penal firme, el debate sobre la revocación de derechos se realizará de forma automática en la primera sesión parlamentaria tras la publicación de la sentencia.
Oficina de lujo
Tras su confesión, Pujol perdió su sueldo vitalicio y también el derecho a que el erario sufragase los sueldos de su secretaria y sus asesores. También tuvo que prescindir de su oficina de ex presidente, que estaba situada en el céntrico paseo de Gràcia, contaba con una superficie de 441 metros cuadrados y costaba 148.672,28 euros anuales más otros 15.053,52 euros más de gastos de escalera.
Pujol tuvo que dejar este despacho tras desvelarse el escándalo de las cuentas en Andorra. Se refugió en la antigua portería de la finca donde reside en la calle Mandrí, pero hace unos meses dejó esa ubicación por una oficina en la calle Viladomat que, en principio, paga de su bolsillo.