El objetivo real de Mas y Junqueras: forzar un referéndum como en Escocia
El movimiento independentista vibra con la reducción a seis meses para alcanzar la "desconexión" con España, pero la candidatura unitaria negociará con el nuevo Gobierno español
La pirotecnica debe ayudar. Los ánimos del movimiento independentista están ahora por todo lo alto. Tras meses de desconcierto, la lista unitaria en la que se ha refugiado Artur Mas, como número cuatro, ha recuperado el fervor soberanista.
Y Convergència Democràtica y Esquerra Republicana han acordado reducir los plazos para alcanzar la «desconexión» con España. Se trata de fuegos artificiales, con el ánimo de animar a los suyos, pero también con la idea de que el Gobierno español corra al trapo y se entre en esa dinámica tan propia del nacionalismo de la acción-reacción-acción.
Ahora dependerá del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Pero el objetivo real de Artur Mas, y también de Oriol Junqueras sigue siendo el mismo: el de forzar un referéndum sobre el futuro de Cataluña, como se celebró en Escocia entre el Gobierno británico y el escocés en septiembre de 2014.
Lo admiten dirigentes de las dos formaciones, y cuadros y dirigentes de otras fuerzas políticas que concurrirán en la lista unitaria.
Una ley para sustituir leyes españolas
El embrollo estriba en que tanto CDC como Esquerra han llegado a un acuerdo para aprobar, si logran la mayoría esperada el 27 de septiembre, la ley de la transitoriedad, para que en el plazo de seis a ocho meses se vaya produciendo esa desconexión.
La idea es aprobar leyes propias, mientras se va dejando atrás la legislación española, y ante la presumible reacción del Gobierno centrada en los recursos por parte del Tribunal Constitucional y en las medidas que tome la Agencia Tributaria para ahogar las finanzas catalanas. Es lo que estaría pidiendo el independentismo catalán para poder justificar una huída hacia adelante.
Esperar a las generales
Sin embargo, todo sigue en una situación similar a la de hace meses. Mas y Junqueras creen que, con la lista unitaria, podrían alcanzar los 60-62 diputados como mínimo, y con la CUP –con unos ocho o diez diputados– podrían iniciar la hoja de ruta trazada.
Pero, ¿esperarán a lo que suceda en las elecciones generales, que se convocarán para finales de año? Sin duda, como indican varias fuentes nacionalistas, porque lo que realmente se desea es «un referéndum legal, a la escocesa, con todas las consecuencias y derechos».
¿Será eso posible? Dirigentes de ICV, la formación que ha logrado un acuerdo con Podemos para presentar una alternativa de izquierdas al soberanismo, insisten en que no habrá otra fórmula posible, y que España afrontará un cambio constitucional que incluirá el tema catalán. También están en esa posición los socialistas catalanes, y los dirigentes de Ciudadanos, que reclaman una reforma en profundidad de España.
Los que sí se lo creen
La pregunta es si, para llegar a esa petición, era necesario forzar las cosas. Para una buena parte del movimiento independentista en Cataluña, la situación es ya otra. Han saltado la pantalla del referéndum y quieren iniciar ya la «desconexión».
Pero, «si se presenta la oportunidad, Mas se acogerá a una negociación para celebrar un referéndum que cuente con el apoyo del Estado español, porque lo contrario es adentrarse en el vacío, y tendrá el apoyo de la sociedad catalana, que, al margen de si es más o menos independentista, es partidaria en un 80% del derecho a decidir», asegura un dirigente soberanista.
Ahora bien, ¿existe alguna garantía de llegar ahí? Dependerá del equilibrio de fuerzas en la política española. Para Podemos podría ser una vía, después de acordar con ICV una lista conjunta en las elecciones generales, con la posibilidad de que los diputados ecosocialistas catalanes tengan grupo propio en el Congreso. Para el PSOE la idea es reformar la Constitución, y someter a referéndum en Cataluña los cambios que se consigan.
Escocia, pese a todo
¿Pero y si mantiene el poder el PP? Fuentes del PP aseguran que en Cataluña sólo piden que el partido «exista», y que los catalanes puedan percibir que el Gobierno español se ha preocupado de los intereses de la sociedad catalana. La disyuntiva es si debe o no forzar el discurso, si debe o no arremeter con fuerza antes del 27S, con el objetivo de invalidar cada paso del soberanismo. Si lo hace, «irá justificando las reacciones de los independentistas», se asegura. Pero si no lo hace, «seguirá sin existir en Cataluña».
Lo que quiere Mas es un referéndum como Escocia. Pero, ¿si no lo tiene, seguirá delante desafiando la legalidad española y europea? En su negociación con Esquerra ha quedado una cosa clara: «él era el conductor que circulaba a toda velocidad, y el que se ha apartado en el último momento ha sido Oriol Junqueras, por lo que ha dejado claro que va en serio con sus propuestas», aseguran las mismas fuentes.
Pero Escocia está, de nuevo, en el horizonte inmediato.