El no a la independencia en Cataluña gana al sí y alcanza el 48%
El CEO muestra que CiU y ERC no lograrían la mayoría absoluta en las elecciones y llegarían empatados con 31 diputados
El reflujo comienza a tomar cuerpo. El movimiento soberanista pierde peso, y las encuestas han comenzado a evidenciar esa realidad. El Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) muestra, en su nueva oleada del mes de marzo, que el no a la independencia gana enteros, tres puntos más que en el anterior sondeo, y alcanza el 48% de los catalanes, por el 44,1% que apuesta por el si.
En la anterior oleada del CEO, el no ya había sobrepasado, por primera vez, desde el inicio del proceso soberanista, al si, por un 45,3% a un 44,5%, por lo que se demuestra una tendencia en la que el conjunto de los catalanes están dejando de lado el sueño independentista.
Más partidarios de un estado autonómico
Eso se traduce en una apuesta, aparentemente, contradictoria. Los partidarios de un estado independiente pasan de un 36,2% a un 39,1%, mientras que la suma de catalanes que defienden o bien que Cataluña sea una comunidad autónoma o bien un estado dentro de una España federal apenas varía, aunque sigue muy por delante de la apuesta soberanista, con un 50,1% de partidarios.
En esa suma, los que desean un estado en una España federal –una apuesta, principalmente, de ICV– descienden del 28,9% al 26,1%, mientras que los que quieren que Cataluña se mantenga como comunidad autónoma pasan del 21,8% al 24%.
La cuestión es que políticamente esas apuestas se concretarían en un empate entre CiU y ERC en las elecciones autonómicas, con 31-31 diputados, para la federación nacionalista, y 30-31 escaños para ERC.
Podemos irrumpe con 17 diputados
Otros dos partidos aparecen justo detrás, a una cierta distancia. Se trata de Podemos, y de Ciudatans. La formación que lidera Pablo Iglesias, y que en Cataluña dirige Gemma Ubasart, obtendría entre 16 y 17 diputados. Y Ciutadans lograría, también, entre 16 y 17 escaños.
Justo por detrás aparece el PP, con 13-14 diputados; el PSC, con 11-12 diputados; la CUP, con 10-11 escaños, y 6-8 diputados para ICV.
Con esa fotografía se plantearían diversos problemas: el primero el de la gobernabilidad, porque CiU y ERC no suman la mayoría absoluta para formar un gobierno, aunque con la CUP, sí podrían iniciar alguna tentativa en relación a una declaración de independencia.
¿Qué puede hacer el soberanismo con 71 diputados?
El segundo problema, precisamente, es que el movimiento soberanista no podría concretar su hoja soberanista con una suma de 71 o 72 diputados independentistas. Para reformar el Estatut, por ejemplo, se necesitan dos terceras partes del Parlament, es decir, 90 escaños. ¿Se puede iniciar un proceso de independencia real, sin llegar a ese mínimo de 90 diputados?
El resultado de CiU, además, es ficticio, porque si Convergència apuesta por un programa independentista, Unió, o una parte de Unió, no querrá sumarse.
El bajón, por tanto, para el independentismo es evidente, a pesar de que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) trate de recuperar el calor soberanista.