El negocio del independentismo: la ANC gana 300.000 euros en su peor año
La entidad acusa los efectos de la pandemia y sostiene su actividad, principalmente, por las cuotas de los afiliados
El independentismo llega a la Diada del 11 de septiembre en el peor escenario de los últimos años. La decisión del presidente Pere Aragonès de no acudir a la manifestación de la Assemblea Nacional Catalana ha agravado las disputas internas entre los partidos, las entidades y los ciudadanos partidarios del separatismo.
Ahora bien, otro aspecto a tener en cuenta para entender la fiesta catalana del próximo domingo es el económico. El movimiento de gente por Barcelona, antes y después de la manifestación del independentismo, es un escenario que la ANC utiliza para incrementar sus arcas.
Según el informe económico del 2021, la entidad presidida por Dolors Feliu genera unos ingresos de 515.000 euros por su actividad comercial. La mayor parte de este ámbito corresponde a la venta de camisetas, banderas, libros, colgantes y mochilas, entre otros objetos. La ANC tiene un espacio virtual para complementar la comercialización presencial en la sede de la capital catalana.
Preocupación por la cifra de asistentes a la Diada
En el entorno de los partidos soberanistas y entidades como Òmnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana hay dudas de si la manifestación de este año superará la cifra de 400.000 asistentes de hace doce meses. El recorrido va desde la avenida del Paral·lel hasta la estación de França.
El desencanto del votante independentista ya se visibilizó en la edición del 2019, la última antes del estallido de la pandemia, con 600.000 participantes. Un cálculo procedente de los datos facilitados por la Guàrdia Urbana de Barcelona y que quedan lejos de la horquilla 1-1,5 millones de catalanes y catalanas, en el periodo que va del 2012 al 2018.
Beneficios del 300.000 euros en el contexto de la pandemia
En el ejercicio del año pasado, la Assemblea presenta unos ingresos de 3.089.042,60 euros y unos gastos de 2.721.524,57 euros, movimiento que genera unos beneficios de 300.000 euros. Precisamente por la paralización de la actividad ordinaria debido al COVID-19, la entidad confía una parte de su balance económico a fechas señaladas como el 11 de septiembre, el 1 de octubre o Sant Jordi.
Las cuotas de los socios y socias constituyen la mayor fuente de financiación, con 2,1 millones de euros, el 70% de los ingresos. La tarifa general es de cinco euros mensuales, tres para jubilados o parados y once euros para familias de tres o más miembros. También hay la opción de hacer un donativo, mediante la modalidad de simpatizante.
A 31 de diciembre del 2021, la Assemblea Nacional Catalana tenía a su disposición 2,3 millones de euros de fondos propios. Una cifra apoyada, en gran parte, por un remanente de 1,7 millones. En paralelo a los días célebres del independentismo, la entidad también utiliza sus recursos para favorecer, por ejemplo, a empresas catalanas del sector energético, alimentario o de telefonía.
Una plantilla de 21 trabajadores
El día a día de la ANC se gestiona alrededor de su presidenta, el secretariado nacional (equivalente a una junta directiva) y una plantilla de 21 trabajadores. Dicho personal trabaja en las siguientes áreas: Acciones territoriales y sectoriales, contabilidad, atención al socio, comunicación, gerencia, incidencia internacional, informática, merchandising, recepción, secretaria, movilización y voluntariado.
De los 21 trabajadores, 10 son hombres y 11 mujeres. Hay un cargo de dirección, cuatro jefes de área y el resto de puestos corresponden a técnicos. La ANC destina 828.000 euros al pago de las retribuciones, 682.351 a sueldos y 145.755 euros a la Seguridad Social.
Aparte del personal propio, la entidad independentista cuenta con un extenso ejército de voluntarios, visibilizado en gran parte en las manifestaciones del 11 de septiembre u otras acciones reivindicativas, en funciones de control o de personal de información.