El Mercader de l’Eixample: homenaje a la cocina de proximidad
En el corazón de Barcelona, este restaurante apuesta por productos ecológicos y elaborados con recetas tradicionales
En el pleno barrio del Eixample, en el centro de Barcelona, se encuentra uno de los tantos pasajes que han sobrevivido a las tendencias urbanísticas. Se trata del Pasaje Mercader, un bonito paseo de naranjos y azahares rodeado de residencias reconvertidas en consultoras y clínicas.
El nombre del pasaje corresponde a Josep Mercader, quien hace 50 años ya impulsaba el concepto de cocina de proximidad, y en su homenaje, en una de las esquinas se presenta El Mercader de l’Eixample, un restaurante de cocina catalana tradicional que ofrece productos ecológicos y de las cercanías.
Impulsor de la cocina de km 0
El nombre también hace un juego de palabras con los productos de mercado, para elaborar «los platos de toda la vida», como dice su creador Claudio Hoyos.
En el ambiente gastronómico, Hoyos es reconocido por ser el impulsor de otros restaurantes como La Burg de Sarrià, el Filete Ruso o el foodtruck (camión de venta de comidas) Fileteando, establecimientos que buscan un equilibrio entre la cocina de calidad y los productos de proximidad.
La estrategia del Mercader es que los comensales pidan varios platos para compartir, aunque sean de un tamaño de pequeño a medio. De esta manera, explica Hoyos, se pueden degustar diversas alternativas de pastas, carnes o productos del mar.
Algunos ejemplos: el canelón a la barcelonina (elaborada con una receta del siglo XVIII), el fricandó de ternera (con carne de ejemplares de Salt del Colom de L’Espunyola, en Berguedá), el trinxat de col y patata con morcilla negra, el bacalao a la llauna con judías de Sant Pau, las croquetas de pollo asado ecológico o el arroz del Delta del Ebro.
Sólo productos ecológicos
«No como carne si no se de dónde viene», precisa Hoyos, y dice que esta idea se mantiene en la elección de proveedores que cumplan con pautas ecológicas: si es pollo, que sea de corral; si es calamar, que sea capturado con potera –método que no daña los fondos marinos-, y si es bonito, que sea pescado desde la costa.
Y en cuanto a las verduras, muchas son cultivadas en un huerto ecológico propio de 300 m2, ubicado en Molins de Rei (a 10 km de Barcelona), donde también se siembran especies que ya se han dejado de cultivar en los campos de la región.
Tres tipos de carta
La carta del Mercader se divide en tres líneas: los platillos del Picoteo de la Barra, para poder comer algo ligero a cualquier hora del día; los Clásicos del Mercader, que presenta los platos principales que se presentan todo el año; y las Sugerencias de Temporada, que permiten elegir entre cuatro platos elaborados con productos estacionales.
En los días de sol, más vale conseguir mesa en la pequeña terraza que rodea la entrada, y si se busca más privacidad, se puede reservar la mesa para 18 comensales, que con algo de humor negro, se bautizó como «la Checa del Mercader», a la que se accede tras bajar unas escaleras y sortear algunas cajas de productos.