El líder del laborismo británico también se queda solo

El huracán del «brexit» no sólo ha sacudido los cimientos del gobernante Partido Conservador, con el anuncio de dimisión de David Cameron, sino que también está barriendo la cúpula del opositor Partido Laborista.

Su líder Jeremy Corbyn está recibiendo renuncias a diestra y siniestra, tras ser criticado por haber realizado una campaña tibia y dubitativa a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE.

Corbyn había despedido en la mañana del domingo a Hilary Benn, responsable de política exterior del partido. Pero la movida le salió cara, porque a continuación recibió un alud de renuncias de los miembros del ‘gobierno en las sombras’ laborista, como Heidi Alexander, Lucy Powell, Ian Murray y Gloria de Piero, a las que luego se sumaron los dirigentes Lilian Greenwood y Kerry McCarthy.

Estos dirigentes también dudan que Corbyn pueda ser capaz de llevar al laborismo a la victoria en las urnas, en las elecciones que se deberá elegir al reemplazante de David Cameron al frente del gobierno británico.

Heidi Alexander, jefa de política sanitaria del laborismo, le dijo sin rodeos a Corbyn que debería renunciar: «Por mucho que respete tus principios, no creo que estés capacitado para dar a tu país las respuestas que necesita», le dijo.