El independentismo castigará a Junts si se repiten las elecciones
JxCat perdería un escaño frente a los comicios del 14-F y se quedaría en 31 mientras que el PSC y ERC volverían a empatar, esta vez en 34 parlamentarios. Cs se quedaría al borde de la desaparición, con la mitad de sus votantes migrando al PP y Vox
JxCat ha activado la cuenta atrás para unos nuevos comicios, pero le puede salir mal la jugada. Si el próximo 26 de mayo todavía no hay presidente de la Generalitat, automáticamente quedarán convocadas unas nuevas elecciones para mediados de julio. ERC no se plantea este escenario y ha puesto como fecha límite el 15 de abril para que el partido de Carles Puigdemont vuelva a la mesa de negociación y cerrar así los últimos escollos, según adelantó Economía Digital. Aunque, si de nuevo fracasan, una nueva llamada a las urnas situaría a Junts como principal perjudicado.
Los votantes castigarían a los de Laura Borràs por entorpecer los acuerdos para formar un Govern independentista, según un sondeo elaborado por NC Report para La Razón, realizado justo después de la investidura fallida de Pere Aragonès. La formación perdería un escaño frente a los comicios del 14-F y se quedaría en 31 mientras que el PSC y ERC volverían a empatar, esta vez en 34 parlamentarios, uno más cada uno. No obstante, los de Salvador Illa repetirían como fuerza más votada, con un 23,5% de las papeletas.
ERC quedaría consolidada como la primera fuerza política del independentismo catalán y Aragonès ganaría puntos frente a Puigdemont
Por lo tanto, si ahora mismo se repitiera la convocatoria electoral, ERC quedaría consolidada como la primera fuerza política del independentismo catalán y Aragonès ganaría puntos frente a Puigdemont. Eso sí, la participación aún sería más baja que en febrero y, con un 50,4%, se convertiría en la más baja en la democracia en Cataluña debido a la pandemia de coronavirus.
Ciudadanos, al borde de la desaparición
Unos nuevos comicios acentuarían aún más la caída de Ciudadanos, que quedaría al borde de la desaparición. El pasado 14-F la formación naranja perdió 30 escaños y se quedó únicamente en 6, si en julio se repiten las elecciones, el desplome podría dejarles en 2, con un 3,1% de los votos, al límite del apoyo necesario para lograr representación en el Parlament.
Los de Carlos Carrizosa solo lograrían retener al 52,2% de las personas que les dieron su voto en las pasadas elecciones y el resto migrarían al PP y Vox. Ambas formaciones saldrían beneficiadas en el caso de ir de nuevo a las urnas: los de Ignacio Garriga sumarían un asiento más hasta hacerse con 12 parlamentarios, mientras que los populares pasarían de tres a cinco escaños.
Cs podría quedarse en 2 escaños con un 3,1% de los votos, al límite del apoyo necesario para lograr representación
Así, al partido que lidera Inés Arrimadas le pasaría factura el fracaso de la moción de censura en Murcia, la convocatoria electoral en Madrid para el 4-M -en las que los naranjas han pasado de formar parte del Gobierno de coalición a pelear por no quedarse fuera de la Asamblea- o la pérdida constante de afiliados y de algunos de sus líderes, que abandonan el partido para pasarse a las listas del PP.
El PSC reafirma su liderazgo
El PSC volvería a convertirse en la formación más votada, con casi 659.000 votos, pero Salvador Illa lo tiene difícil. Tanto el exministro de Sanidad como Aragonès han mostrado su lejanía en los plenos de investidura. Los vetos cruzados entre ambas formaciones y sus ataques continuos se contraponen a sus llamadas al diálogo. Y es que ERC ni se plantea reeditar un tripartito como los vividos durante las eras Pasqual Maragall y José Montilla, ni siquiera con un apoyo técnico que desbloquee la investidura.
Finalmente, la CUP y En Comú Podem no experimentarían cambios y repetirían con 9 y 8 escaños, respecticamente. Eso sí, los de Jessica Albiach perderían en torno a 8.000 votos, mientras que los antisistema ganarían 4.000.