El impuesto al diésel abre otra brecha entre el Gobierno y el PNV
El PNV solicitó al Gobierno eliminar el impuesto al diésel a cambio de aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2021. El Plan de Recuperación contempla de nuevo la medida.
El Gobierno de Pedro Sánchez incumple una promesa que le hizo al PNV a cambio de que los vascos apoyasen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el presidente del Gobierno presentó este miércoles en el Hemiciclo les ha dado una sorpresa y es que de cara a las reformas que el Ejecutivo va a presentar en Bruselas contempla la subida del diésel. Una medida que el PNV y Cs solicitaron que se eliminara a cambio de su voto a las cuentas del Gobierno.
Desde la formación vasca aseguran que reclamarán al Ejecutivo explicaciones sobre esta medida que «lastra el crecimiento» en tiempos de crisis. El Plan de Recuperación incluye una batería de medidas para recuperar ingresos con la llamada ‘fiscalidad verde’. En concreto, el documento indica que «se revisarán las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante», con lo que también se podrían incluir cambios en la gasolina y el queroseno.
Sin desgranar más detalles, la medida anteriormente planteada en los PGE defendía el aumento de 30,7 a 34,5 céntimos por litro (frente a 40,07 céntimos el litro de la gasolina). En un ejercicio llevado a cabo por el propio Ejecutivo, se estimaba que la subida impactaría en unos 3,45 euros al mes para un conductor medio (los que realizan unos 15.000 kilómetros al año), defendiendo que no afectaría a la tributación del gasóleo profesional (transportistas).
Junto al PNV, las distintas asociaciones del sector han vuelto a montar en cólera y advierten que con la medida anterior eran los vehículos de menor tonelada, la mayoría transportistas autónomos, los que acabarían soportando la subida impositiva. Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) calcularon entonces que esos transportistas representan casi una tercera parte del total de la flota en España.
Una medida muy criticada también por Ciudadanos y defendida a capa y espada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera. Desde el PNV aseguran que pedirán explicaciones y seguirán presionando a Sánchez sobre prolongar el estado de alarma.
El estado de alarma, otro desencuentro con Sánchez
La subida del diésel no es el único desencuentro que mantuvo este miércoles la formación vasca con Pedro Sánchez. El fin del estado de alarma puso en guardia al PNV. Su portavoz Aitor Esteban se abre a una reforma exprés, como pide el PP, para que las comunidades puedan gestionar su movilidad, entre otras restricciones.
Los vascos tacharon de «temeridad» la decisión de Sánchez de no prorrogar más el estado de alarma ni de adecuar la normativa ante la presión de la mayoría de comunidades. Sánchez considera suficientes las reuniones del Consejo Interterritorial de Salud, entre Gobierno y CCAA, y las decisiones de los tribunales superiores de Justicia para gestionar las medidas el próximo 9 de mayo, cuando decaiga la prórroga del estado de alarma.
Los vascos ya acusaron a Sánchez hace cinco días de «tirarse a la piscina en solitario» con este asunto y sostienen que si es por falta de apoyos en el Hemiciclo, se ofrecen a apoyarles junto a Cs. Una suma que no daría hasta el momento. Los socialistas necesitarían más apoyos y surgen dudas por conseguirlos.
Tras estos últimos desplantes, los vascos también recuerdan la reciente negativa del Gobierno a la reapertura del ‘caso Zabalza’ o la «lentitud», según explican, con las transferencias prometidas al País Vasco. «Llegarán tras la campaña electoral, imaginamos», sentencian. Tampoco mantienen grandes expectativas sobre la propuesta del Gobierno para reformar la Ley de Secretos Oficiales de 1968.
A juicio del portavoz Aitor Esteban, si el Ejecutivo español pretende elaborar un proyecto de ley «desde cero», con la redacción y todas las consultas preceptivas que tiene que recoger antes de aprobarlo en Consejo de Ministros, más la tramitación ordinaria del Congreso, «todo esto llevará a que el tema se dilate mucho en el tiempo», insisten.
Los vascos, por el momento, aprietan pero no ahogan. Continúan con ese ‘tira y afloja’ necesario, según consideran ellos, para arrancar concesiones al Gobierno y pararle los pies mediante negociaciones cuando así lo consideran. Por lo pronto, ya desvelan que seguirán insistiendo para que las comunidades no estén desprotegidas y se apruebe una reforma exprés que facilite la gestión de las comunidades tras el fin del estado de alarma.