El gran consumo avisa a Pedro Sánchez: la economía se enfría
Los empresarios del gran consumo conectan las alarmas económicas por la subida del salario mínimo, la pérdida de poder adquisitivo y el bajo crecimiento
La subida del salario mínimo que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez para 2019 es un espejismo, advierte Aecoc, la patronal que agrupa a las empresas españolas del gran consumo. «A corto plazo podría reactivar la demanda, pero a medio y largo plazo es muy negativa», avisa el presidente de la asociación, Javier Campo.
«Va a reducir la competitividad de las empresas y su capacidad para crecer», asegura el ‘número uno’ de Aecoc, que representa los intereses de 28.000 fabricantes y distribuidores de sectores como la alimentación, la hostelería, el textil o los electrodomésticos. Sánchez propone subir el salario mínimo de 736 euros mensuales en 14 pagas a 900 euros.
Este incremento del 22% es, a juicio de Campo, una de esas medidas que no dan los frutos esperados «si no vienen acompañadas de un incremento de la productividad» que las compense. «Hay muchas maneras de mejorar la productividad, pero no vemos las reformas necesarias para que eso pueda ocurrir», agregó.
La patronal recomienda, más bien, «aumentar los presupuestos destinados a innovación hasta apostar por la formación profesional dual o ayudar a través de la fiscalidad y la regulación a que las empresas ganen tamaño».
Los empresarios tienen más razones para alarmarse
La subida salarial es una de las razones de los empresarios del gran consumo para mostrarse preocupados de cara al futuro por el «enfriamiento» que ya empieza a acusar la economía española. Campo recordó que el crecimiento estimado para este año es del 2,6%, «muy por debajo de lo que se preveía», augurando un ejercicio «difícil y volátil».
La pérdida de poder adquisitivo derivada de un aumento de la inflación y la subida de la renta bruta disponible de los hogares es otro motivo para encender la alarma. «En esta situación de menor crecimiento no nos parece adecuado tener un presupuesto con subidas impositivas», criticó Campo este domingo en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
La confianza del consumidor, en mínimos
«El índice de confianza del consumidor se desplomó en septiembre 12 puntos respecto a agosto y ya está en sus niveles más bajos de 2016, por eso vemos con preocupación este final de año», añadió. La inestabilidad política, las dificultades del Gobierno para aprobar medidas y las menores expectativas de creación de empleo son otras preocupaciones.
Si se cumplen las proyecciones de crecimiento del 2,2% para 2019, España podrá crear entre 200.000 y 250.000 empleos, lo que supone un ritmo inferior al de los últimos años. «Lo único que crea empleo es la inversión de las empresas, y éstas invierten cuando mejora su actividad por el consumo o las exportaciones», comentó Campo.
«Sin embargo, las subidas de impuestos reducen el consumo al dejar menos dinero en el bolsillo del contribuyente, y al retraer dinero de las empresas también hay menos fondos para invertir», concluyó. Por último, otros móviles para la ansiedad del sector son el precio del petróleo, la ralentización de la UE y la desaceleración del turismo.