Torra busca cabezas de turco en los Mossos
La Generalitat pide una comisión de investigación sobre los disturbios y pone bajo sospecha 15 actuaciones de la policía catalana
El gobierno de la Generalitat sigue apretándole las tuercas al conseller de Interior, Miquel Buch, y a los Mossos d’Equadra. El ejecutivo de Quim Torra anunció este martes que solicitará al Parlament una comisión de investigación sobre los «hechos sucedidos» tras la comunicación de la sentencia de la causa del procés, incluido el controvertido despliegue policial, y anunció que Asuntos Internos ha identificado 15 actuaciones de la policía catalana que podrian acabar en la apertura de sendos expedientes sancionadores.
El govern se alinea con su petición de comisión parlamentaria con los grupos de los dos partidos que lo integran, JxCat y ERC, que también la han solicitado una comisión para fiscalizar la actuación de la policía catalana y la Policía Nacional durante los disturbios.
Por lo que respecta a las 15 actuaciones bajo sospecha, son fruto de las primeras revisiones de esos mismos operativos policiales desplegados para controlar las protestas y hacer frente a los disturbios, según explicó la portavoz del govern, Meritxell Budó.
Reunión entre Buch y la cúpula policial
La consellera portavoz explicó que este martes se celebró una reunión entre Buch y la cúpula policial, con el jefe de los Mossos, el comisario Eduard Sallent, al frente, y con participación de la División de Asuntos Internos (DAI) y la División de Evaluación de Servicios (DAS) del propio cuerpo, y ahí se acordó abrir «la evalución interna más grande» de la historia de la policía catalana, para analizar con lupa su desempeño durante las protestas postsentencia. La iniciativa da respuesta a la petición lanzada la semana pasada por Torra, que exigió la apertura inmediata de una investigación interna y a fondo.
Pese a la contundencia del anuncio, las concreciones brillan por su ausencia. Budó explicó que lo que se hace ahora con esos 15 episodios en el foco de Asuntos Internos es ponerlos «bajo supervisión», pero que eso todavía no se traduce en la apertura de expedientes, es decir, de investigaciones oficiales con todas las letras, sino que se trata de una fase previa. Si esos expedientes llegan a abrirse, algo que la portavoz ni siquiera garantizó, podrían acabar o bien archivados, o bien en una sanción, o derivar en una información reservada.
Eso sí, la portavoz remarcó que la cifra de casos a supervisar podría ampliarse, porque esos 15 son los primeros que han hecho levantar la ceja a los investigadores al revisar «las primeras actuaciones». Claro que si las imágenes revisadas hasta ahora son las que corresponden al primer día o a la primera semana es un dato que Budó también admitió desconocer.
Fiscalización a los Mossos y cerco a Buch
Más allá del carácter abstracto de los anuncios lanzados este martes, lo que pesa es el mensaje de fiscalización sobre los Mossos. A pesar de ello, y al ser preguntada sobre si Torra mantiene su confianza en Buch, Budó insistió en que sí, aunque con la boca pequeña. «El president mantiene la confianza en todas sus conselleras y consellers», zanjó.
Lo que no aclaró es la postura que mantendrán los socios que integran el govern respecto de la moción de la CUP admitida a trámite este mismo martes en el Parlament y que aboga por cesar al titular de Interior. La consellera portavoz esquivó la pregunta alegando que el ejecutivo no tiene posición sobre la cuestión porque eso compete a los grupos parlamentarios de JxCat y ERC, que son los que tendrán que votar en el pleno de la cámara catalana cuando la propuesta se eleve al pleno. Entonces sí tocará mojarse, pero eso ya será después de las generales del 10 de noviembre, porque ya no hay ninguna sesión plenaria prevista hasta el día 12.