El Gobierno vincula el adelanto electoral al diálogo con Torra
Ábalos: "Antes de que convoquemos elecciones, la gente quiere que se resuelvan algunos temas que ya no pueden esperar"
La conveniencia de un anticipo electoral en España es motivo de debate desde hace varias semanas en el gabinete de Pedro Sánchez. El ministro de Fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha encargado hoy, domingo, de enfriar una convocatoria precipitada, pero también de vincularla a los resultados que arroje el diálogo del Gobierno con el ejecutivo de Quim Torra.
El dirigente del PSOE aseguró que no es partidario de un adelanto electoral hasta tener bajo control «algunos temas«. «Nosotros hemos venido a gobernar y la gente quiere que antes de convocar elecciones resolvamos temas que no pueden esperar», dijo Ábalos, en alusión a la crisis política catalana.
El ministro se mostró autocomplaciente con la marcha demoscópica del PSOE y dio a entender que si los socialistas actuaran al dictado de las encuestas precipitarían ya mismo la convocatoria electoral. «Si fuera por presentarnos a elecciones, qué mejor momento que este», agregó, afirmando que «hoy tenemos un apoyo inmenso, más de lo que reflejan las encuestas».
El PSOE se siente muy satisfecho con las encuestas e intenta minimizar la crisis de credibilidad del Gobierno de esta semana. La polémica alrededor de la tesis doctoral de Sánchez y la dimisión por plagio en el máster de la ministra Carmen Montón han desgastado a los socialistas, pero el Gobierno intenta pasar de puntillas.
Ábalos evitó todas estas cuestiones y defendió que el Gobierno está «cumpliendo su función constitucional», y lo seguirá haciendo. Quienes piden elecciones, dijo, en alusión al PP y Ciudadanos, «en el fondo no las quieren» y «están preocupados» por si ganan los socialistas.
PSOE: «El PP y Cs piensan que España les pertenece»
Ábalos se pronunció sobre estos asuntos en la celebración de la Fiesta de la Rosa del PSPV, donde llevó todas sus cartas contra los partidos de derecha. Manifestó que el PP y Ciudadanos actúan pensando que «España les pertenece» porque «sólo ellos creen que pueden gobernar España y los demás no, como si los demás solo pudiéramos aspirar a tener trocitos de España».
El ministro lamentó las «descalificaciones personales» de la oposición y rechazó que se piense en el PSOE como «los okupas socialistas». El PP y Ciudadanos tienen una manera «arbitraria» de ejercer presión y buscan «afectar a las personas» y lanzar «bolitas», aseguró. Ante esta respuesta, el responsable de organización de la formación opta por la «dignidad» y el «civismo».
Su discurso terminó con alusiones al diálogo, no solo con Cataluña, sino «con todos». El diálogo «no significa debilidad sino fortaleza», defendió. El «diálogo», la «concertación» y el «conseso» son las virtudes que «valora la sociedad» frente a «los gallitos de pelea», dijo, y agregó que «la gente quiere que lleguemos a acuerdos en beneficio de la sociedad».