El Gobierno resucita la mesa de diálogo tras el preacuerdo de investidura en Cataluña
La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se abre a debatir con la futura Generalitat: "Esperemos que el nuevo gobierno no se dedique a la confrontación"
El Gobierno de Pedro Sánchez quiere resucitar la mesa de diálogo con Cataluña para desencallar el conflicto de la independencia. La vía quedó suspendida hace meses y no se había podido retomar debido a la falta de un acuerdo para la investidura tras las elecciones del 14-F. Ahora, el consenso alcanzado por Esquerra Republica y Junts para evitar una repetición electoral en la comunidad autónoma hace pensar a Moncloa que se podrán reanudar las conversaciones.
La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha afirmado horas después de que se hiciese público el preacuerdo entre las dos formaciones independentistas su intención de sentarse todos juntos, una vez que se haya conformado la Generalitat. «Creemos necesario ese diálogo con Cataluña y esperemos que el nuevo gobierno no se dedique a la confrontación. Creemos que hay que recuperar la mesa de diálogo», ha expresado en una entrevista en la Cadena SER.
Este punto de encuentro quedó enterrado hace ya más de medio año en un contexto marcado por la pandemia del coronavirus y después de que Quim Torra fuera inhabilitado como presidente de Cataluña, lo que hizo saltar por los aires cualquier opción de consenso entre las formaciones y derivó en un largo gobierno en funciones.
Ahora, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha contestado a las suplicas del Esquerra Republicana, uno de sus socios imprescindibles en el Congreso, que desde febrero lleva advirtiendo sobre la necesidad de recuperar la mesa de diálogo una vez que haya un nuevo presidente en Cataluña. Una moción que incluso ha llevado al Congreso de los Diputados.
El Gobierno sigue con el trámite de los indultos en marcha
La mesa de diálogo será el lugar para dos de las grandes reclamaciones del sector independentista: la autodeterminación y la amnistía de los presos del juicio del ‘procés’. A falta de un consenso sobre los temas clave, Montero ya ha subrayado que sigue en marcha la tramitación de los indultos que desde hace meses gestiona el Ministerio de Justicia para liberar de la cárcel a la cúpula independentista.
«El indulto es un derecho que asiste a las personas que lo solicitan si se cumplen las condiciones. Todavía estamos en el trámite de admisión de la solicitud. En los próximos meses conoceremos esos informes», ha indicado.
Con sus declaraciones, la portavoz del Gobierno de Sánchez da ya por válidos a sus nuevos interlocutores, después de que la opción de que Salvador Illa llegase a presidir la Generalitat haya fracasado. «Esperemos que hayan entendido ambas formaciones que la conformación de Gobierno evite el unilateralismo, que hayan aprendido», ha comentado Montero a falta de más detalles sobre el preacuerdo firmado por ERC y Junts.
La mesa de diálogo divide a las formaciones independentistas
La mesa de diálogo fue precisamente uno de los puntos de fricción en la estrategia de las principales formaciones independentistas durante la campaña electoral. Mientras que Esquerra Republicana sí que ha fiado buena parte del futuro de la comunidad a este espacio de conversaciones, Junts y la CUP se han mostrado más reacios a debatir con Pedro Sánchez.
El propio ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, ha hecho en el Senado llamamientos a los parlamentarios de la formación neoconvergente para que desbloqueen la situación y accedan a negociar con ellos. «Ahí nos encontrarán. Ahí trabajaremos y, si de verdad hay voluntad de reencuentro, ahí nos reencontraremos», afirmó el político socialista.
Mientras tanto, la CUP ya ha advertido a sus dos socios del bloque independentista sobre las líneas rojas que ha marcado en el diálogo con el Gobierno de España. La formación anticapitalista apremió este domingo tanto a ERC como a Junts a desencallar la investidura pero cuestionó los acercamientos hacia Pedro Sánchez. “El Estado no tiene ninguna intención de resolver democráticamente el conflicto», zanjó Dolors Sabater.