El Gobierno rebaja las reformas pendientes para convencer al PP
Los socialistas se abren a respetar parte de las cuotas que les proponían inicialmente los populares para tener más peso en distintos órganos constitucionales.
El Gobierno rebaja sus exigencias para cerrar cuanto antes la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Según ha podido saber Economía Digital, los socialistas han presentado al Partido Popular una nueva oferta que incluiría respetar parte de las cuotas que demandaban inicialmente los populares en la renovación de los órganos constitucionales, entre los que también se encuentran el Tribunal Constitucional (TC), el Consejo de Administración de Radio Televisión Española (RTVE), el Defensor del Pueblo o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Los socialistas también se pliegan ante dos de las exigencias de los populares: que se avance en la despolitización del órgano y enterrar la reforma que PSOE y Podemos registraron en el Congreso para rebajar las mayorías necesarias para designar a los vocales del CGPJ.
El PP planteó en octubre despolitizar en el futuro la elección de los vocales. La idea de Pablo Casado es que Pedro Sánchez se comprometa a elaborar con tiempo una nueva reforma semejante a la del Pacto por la Justicia de 2001. Es decir, que los jueces seleccionen a un número de vocales, el que se negocie, y que, posteriormente, Congreso y Senado elijan entre esos magistrados, previo paso de un examen público.
Fuentes del PP aseguran que los populares ya contaron esta idea a los socialistas y no vieron con malos ojos el ponerse a trabajar para elaborar un proyecto a largo plazo que «despolitice» el proceso.
La propuesta no es nueva, aseguran las mismas fuentes, y vendría de una enmienda aprobada en el Senado, cuando el PP gozaba de mayoría absoluta (2018). Aunque, recuerdan con amargura que los socialistas no se la aprobaron en la Cámara Baja. «Sería acometer una reforma en esa línea», sostienen.
Fuentes del Gobierno no ven mal el plantear una reforma a largo plazo para «evitar situaciones de bloqueo como las actuales» y se abren a la propuesta de los populares, «siempre que se busque un consenso amplio», matizan.
El PSOE deja atrás su propuesta con Podemos
Los socialistas dieron este jueves un paso importante para convencer de una vez por todas al PP. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, hizo pública su segunda renuncia al rechazar seguir adelante con la reforma que PSOE y Podemos registraron en el Congreso para cambiar el sistema de mayorías en la elección de los vocales del CGPJ.
Un sistema ideado por la coalición que deja claramente fuera de juego a los populares. Una reforma que ella misma defendió, pero en la que desde hace meses solo insiste la formación de Pablo Iglesias. Este jueves Calvo dijo que la actual mayoría reforzada es «necesaria».
Con tan solo una palabra, los socialistas han renunciado a seguir adelante con la reforma para atraer a los populares hacia el pacto. Sin embargo, en la todavía sede del PP (Génova) no se fían y aseguran que «tiene que haber un compromiso por escrito previo», al igual que Iglesias le hizo a Sánchez con el acuerdo del Gobierno de coalición.
Los socialistas, dispuestos a ceder con las cuotas
Los socialistas buscan un acuerdo inminente. El trasfondo de estas prisas, tras estar dos años sin renovarlo se centra en que ya han pasado las elecciones catalanas, el PP le pidió tiempo, y no confían en sus socios de Gobierno, Podemos, para una operación de tal envergadura.
Sánchez no quiere cerrarse en banda a sus socios y busca en todo momento la «geometría variable» para no depender de Pablo Iglesias. Por ello y según ha podido saber ED, los socialistas han presentado una nueva oferta a los populares en las que no se cierran a mantener las cuotas que los populares habrían pedido en un principio. Esto se traduce en tener cuota en otras instituciones como el Consejo de Administración de RTVE o, incluso, en poder escoger a un presidente de consenso entre ambos partidos.
Tal y como publicó ED, la renovación de RTVE, del TC y del Defensor del Pueblo estarían ya encaminadas a falta de unos flecos. Esos pequeños escollos son las personas que se ponen al frente y el peso del PP en estos organismos. En el caso del tribunal de garantías se barajó un compromiso de repartirse dos a dos los cuatro puestos que deben ser renovados. Una propuesta que hicieron inicialmente los populares, sin contar en todo momento con la presencia de Podemos.
También en el CGPJ se da este mismo escollo. Los populares verían bien poder elegir a 9 vocales, los socialistas a 10 y el PNV a uno. Ambas formaciones están a favor de incluir al PNV en la elección de los vocales «porque así se ha hecho siempre», señalan fuentes conocedoras. Ni PSOE ni PP verían nada malo que se siguiera haciendo.
Sin embargo, los populares no incluyen la ‘cuota Podemos’. Un asunto nada baladí que, tal y como están los acontecimientos y la tensión dentro del Gobierno, los socialistas estarían estudiando. Hasta el momento, tampoco había consenso respecto al presidente o presidenta para dirigir el órgano de gobierno de los jueces. Los socialistas pidieron a puerta cerrada que fuera una mujer quien lo presidiese e incluso dieron el nombre de Pilar Teso, de perfil progresista.
Un nombre que por parte del PP descartan. Sin embargo, también se han puesto otros nombres encima de la mesa entre los que destaca el de José González Rivas, de perfil conservador se convirtió en magistrado del Tribunal Constitucional en el año 2012 y en el 2017 fue elegido presidente del mismo. Aunque esta vez, el nombre fue rechazado por el PSOE, según ha podido conocer ED. De esta manera, podrían estar negociándose nuevos nombres entre las dos formaciones para desatascar cuanto antes el pacto.
El gran escollo que los socialistas deben superar si se avienen a cumplir las tres condiciones de Pablo Casado se llama Unidas Podemos. Los de Iglesias ya le han dejado bien claro a Sánchez que ellos, como socios, tienen que participar. Mientras, los populares aseguran que de su postura no se van a mover ni un ápice. Son conscientes que cualquier anuncio de pacto con Pedro Sánchez les va a «pasar factura» y aunque fuentes en el Gobierno anuncian un «acuerdo inminente», los de Casado avanzan que «sin prisa, pero sin pausa».