El Gobierno prohíbe las manifestaciones masivas en Madrid para el 8-M
La Delegación del Gobierno de Madrid solo autorizará las concentraciones de menos de 500 personas que cumplan con los requisitos sanitarios de la Covid-19
Madrid dejará de ser el epicentro de las manifestaciones masivas del feminismo el próximo 8 de marzo. El Gobierno de Pedro Sánchez no quiere enfrentarse a un nuevo aluvión de críticas por permitir grandes concentraciones en un contexto de pandemia, por lo que ya ha dado instrucciones para que se vete cualquier protesta con una previsión superior a los 500 asistentes.
El Ejecutivo ha asumido los criterios establecidos por la Consejería de Sanidad que ha fijado ese volumen como el máximo admisible para cualquier manifestación, debido a la actual situación epidemiológica de la región. “Nosotros estamos siguiendo a rajatabla esa recomendación”, ha explicado el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel Franco, en una entrevista en Onda Cero.
Sí que se han autorizado aquellas reivindicaciones en las calles promovidas por organizaciones feministas que se comprometan a mantener volúmenes reducidos de participantes por la pandemia de la Covid-19. “Las que hemos recibido hasta ahora no se han prohibido porque mantienen los parámetros exigibles ahora mismo en esta situación de pandemia”, ha aclarado Franco.
“Lo que vamos a hacer para aquellas organizaciones que pretendan llevar a más (de 500) personas el día 8 de marzo es habar con ellas, pedirles que reflexionen, que busquen otras vías para manifestarse”
Hasta el momento, no se ha registrado ninguna petición oficial ni por parte de los partidos políticos ni de importantes personalidades de la esfera social para formar alguna de estas manifestaciones que convirtieron a Madrid en un icono del feminismo antes de la pandemia.
El Gobierno no hace autocrítica tras las manifestaciones de 2020
Este escenario de pandemia dejará las manifestaciones del 8 de marzo con una imagen atípica en Madrid. Las concentraciones masivas que se registraron en el año 2019 llegaron a movilizar en las calles a cerca de 375.000 personas en la capital. Un récord en el panorama español que demostraba su implicación con el fin de la violencia machista o la búsqueda de la igualdad salarial.
A pesar de la proximidad de la pandemia, cerca de 120.000 personas se manifestaron en las calles en la cita del 2020, apenas cinco días antes de que se declarase oficialmente el estado de alarma en todo el país que desencadenó un confinamiento domiciliario severo de tres meses para evitar el colapso de los hospitales por el aluvión de pacientes de Covid-19.
El Gobierno no prohibió las manifestaciones entonces e incluso animó a la ciudadanía a sumarse a los actos de reivindicación en una fase de la pandemia en la que no había tanta información epidemiológica ni se había extendido el uso de mascarillas entre la población.
“Entonces no había datos objetivos para prohibir una manifestación, que solo puede prohibirse por motivos muy concretos y tasados”, ha justificado Franco, que ha recordado que la Justicia se negó a condenar al Ejecutivo por permitir la celebración de las concentraciones masivas el 8-M.
“Acertar la quiniela los lunes es fácil y si supiéramos lo que iba a pasar también prohibiríamos espectáculos deportivos, culturales u oposiciones”, ha agregado.
La oposición presiona para evitar los actos del 8-M
A pesar del umbral fijado en las 500 personas, los partidos de la oposición continúan presionando al Gobierno de Pedro Sánchez para que prohíba cualquier tipo de celebración el 8 de marzo. Ciudadanos ya ha comunicado que no se sumará a ningún acto y ha criticado las medidas establecidas.
«Nadie entiende por qué no puede haber más de dos convivientes de dos unidades familiares en una casa, no puede haber más de seis personas sentadas en una mesa, pero sí puede haber 500 personas sin ningún tipo de regulación y sin ningún tipo de protocolo», ha expresado la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, en declaraciones a Europa Press.
También Vox ha iniciado una dura campaña nacional contra las manifestaciones feministas. La formación de Santiago Abascal ha propuesto declarar el 8 de marzo como el día nacional de las víctimas del coronavirus para señalar con el dedo a Pedro Sánchez por facilitar las manifestaciones del 2020.
El gesto ha sido duramente contestado por Unidas Podemos que ha animado a sus bases a reivindicar los derechos feministas en la cita fijada. “A VOX no le gusta el feminismo. Este 8M más feminismo que nunca”, ha expresado la ministra de Igualdad, Irene Montero, en su cuenta oficial de Twitter.