El Gobierno negocia un «criterio común» sobre la reforma laboral
Pedro Sánchez y Nadia Calviño priorizan sacar adelante el acuerdo con la patronal
PSOE y Unidas Podemos negocian vía telemática una nueva metodología de trabajo para sacar adelante la reforma laboral tras una primera reunión fallida el lunes.
Según ha podido saber Economía Digital, los socios de Gobierno han seguido manteniendo contactos, esta vez vía telefónica y también mediante videoconferencia, para establecer un «criterio común» que trasladar este miércoles a las 10 horas en la mesa con los sindicatos y la patronal.
Es decir, un acuerdo también en la postura sobre los contenidos que el Ejecutivo expondrá sobre la mesa a los agentes sociales. De esta manera, PSOE y Podemos negocian un punto intermedio:
Moncloa permitirá que Yolanda Díaz siga liderando la mesa de diálogo social sobre la reforma laboral. Pero abrirá estos encuentros al resto de ministerios implicados en la materia, entre los que mencionan a Industria, Hacienda, Economía o Igualdad. «Estamos buscando la fórmula de coordinación», aseguran fuentes gubernamentales.
Asimismo, también fijarán un «criterio común» respecto a los contenidos de la reforma que, según los socialistas, «no hay ningún problema» pese al recelo de los morados.
Sánchez prioriza el apoyo de la patronal
Desde el Ministerio de Economía descartan a Economía Digital que Nadia Calviño lidere las negociaciones, pero sí exigen que haya una mayor coordinación, «como se ha hecho en el resto de reformas que el Gobierno ha sacado adelante», explican.
Los de Calviño defienden que es la parte socialista la que está dando la cara de esta reforma en Bruselas y exigen conocer de primera mano los detalles sobre cómo avanzan las negociaciones en el seno del diálogo social.
Tanto Pedro Sánchez como Calviño priorizan sacar adelante la norma con el apoyo de la patronal. «Es una de las normas más importantes de esta legislatura y se buscará que haya un amplio consenso, tal y como nos ha pedido Bruselas», esgrimen desde el Gobierno.
Tal y como publicó en exclusiva Economía Digital, la patronal ya amenazó al Ejecutivo con «reventar» la norma en Bruselas si Díaz aprobaba la norma sin su acuerdo.
Ahora los empresarios se mantienen a la espera porque se les ha emplazado este miércoles a otra reunión, como cada semana desde el 17 de marzo, para abordar este asunto y en la correspondiente comunicación, por parte del Gobierno, no señala quién o quiénes serán los interlocutores por parte del Ejecutivo, comentan fuentes de la patronal.
Tampoco a los sindicatos les ha comunicado el Gobierno si se mantendrá la actual mesa de diálogo social o si habrá cambios añadiendo más ministros a la mesa. Fuentes de los agentes sociales confirman que se les ha citado sobre las 10:30 horas pero no les han confirmado quién acudirá a dicho encuentro.
Podemos rechazó este martes que Calviño se sentara en la mesa y Moncloa aclara que seguirá liderando las reuniones Díaz. Pero la gallega no busca ser solo la cara visible sino ver quién, finalmente, coordina el trabajo.
La reunión de la mesa de diálogo social: sin presencia del equipo de Calviño
Precisamente este miércoles, tal y como se viene haciendo semanal o quincenalmente en los últimos meses, se vuelve a celebrar a partir de las 10.30 horas una nueva reunión de la mesa de diálogo en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, para lo que el departamento de Yolanda Díaz remitió a los agentes sociales una convocatoria en la que no figuraba nadie del equipo de Nadia Calviño.
Hasta última hora de este martes no se había confirmado la presencia de un representante del Ministerio de Asuntos Económicos, si bien fuentes de la vicepresidencia y del diálogo social apuntan que esto podría cambiar incluso «en el último momento», en un contexto de contactos permanentes entre PSOE y Unidas Podemos ante el clima de tensión desatado.
Con todo, al encuentro acudirá como habitualmente el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, quien se ha encargado de pilotar las negociaciones de la reforma laboral desarrolladas en los últimos meses; la directora del departamento de Relaciones Laborales de CEOE; Rosa Santos; el secretario general de Cepyme, Pedro Fernández Alén.
Del lado sindical, por CCOO acudirán el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, y la secretaria confederal de Acción Sindical, Mari Cruz Vicente, así como un técnico, mientras que desde UGT asistirán el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, y el secretario Confederal del sindicato, Fernando Luján.
Tal y como recordó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, de la reforma laboral se viene tratando en el diálogo social desde la anterior etapa de la ministra socialista Magdalena Valerio e incluso ya se abordó con la ministra del PP Fátima Báñez.
El debate de los contenidos
Pese a que en el PSOE niegan que exista ningún debate sobre contenidos y que las posturas de las dos formaciones «son coincidentes», en Podemos recelan de la «semántica» de sus socios.
Los socialistas hablan de elaborar «un nuevo marco de relaciones laborales» y los sindicatos hablan que la postura socialista es la de «contrarreformar» la normal del PP. Esto crea dudas en los morados, que piden derogar «íntegramente» el texto aprobado por Mariano Rajoy en 2012.
Uno de los aspectos que más preocupan a la vicepresidenta económica, en línea con Bruselas, es que la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa incentive la subida de los salarios, más si cabe en los niveles en que se sitúa la inflación en estos momentos.
Fuentes de Economía aseguran que desde la Comisión Europea ya mostraron su preocupación al Gobierno por una merma de la flexibilidad del mercado laboral y el peligro de que la reforma deje fuera del acuerdo a los empresarios.
Los puntos negros de la reforma
Una reducción de la flexibilidad que, según explican, se personifica en los cambios en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores y que se ha convertido en una línea roja para los empresarios en la mesa de negociación. Fuentes de la CEOE consideran «intocable» este artículo.
También preocupa en el ministerio de Calviño el efecto que la reforma laboral podría suponer en el alza de los salarios, poniendo en peligro la recuperación económica tras la pandemia. Los sindicatos esperan alzas en los salarios como efecto de la reforma. Pero los empresarios temen que, junto a la reforma del artículo 41, la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa incentive la subida de los salarios, tal y como mencionan anteriormente.
Otro de los puntos negros es que la reforma del PP permitió que las empresas se pudieran descolgar del convenio colectivo del sector en vigor, priorizando los convenios de empresa, que podían empeorar el sectorial dependiendo de las circunstancias de la compañía, explican fuentes conocedoras.
Los sindicatos piden anular este cambio y estaba claro que con Díaz se iba a derogar, pero parece que la vicepresidenta primera no estaría a favor mirando más a Bruselas.
Fuentes socialistas se escudan en que Bruselas no permitirá este cambio esgrimiendo que establecer la prevalencia de los convenios sectoriales afectará a la flexibilidad del mercado laboral. Una de las críticas de la Comisión.
Las fuentes de Unidas Podemos consultadas exigen «dejar trabajar a Díaz» y sospechan que el PSOE «intenta meter a Calviño» porque no está decidido a cumplir con lo pactado en asuntos como la ultraactividad -las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo- o el hecho de situar como prioritarios los convenios sectoriales frente a los convenios de empresa.
En el entorno de Yolanda Díaz se considera que la vicepresidenta económica ha dado un paso atrás en su pretensión de pilotar la negociación sobre la reforma laboral, pero no dan la polémica por zanjada.
El motivo es que ven necesario aclarar cuál va a ser el alcance de la derogación de la legislación aprobada por el PP, que es lo que figura en el acuerdo de coalición y lo que el propio presidente Sánchez prometió hace menos de dos semanas, en el 40º Congreso Federal del PSOE, por lo que las negociaciones continúan desarrollándose en este sentido, según fuentes conocedoras de los contactos.
La propia Díaz pidió este lunes a los socialistas que se «aclaren» en todo a los detalles de la reforma; mientras que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, trató de restar importancia a este aspecto y sostuvo que los «asuntos concretos» están claros, porque están «escritos».
«Estamos alineados en los contenidos, pero queremos que sea con el máximo diálogo y los máximos consensos, que puedan participar los empresarios y la patronal», comentó.
Este miércoles, empresarios y sindicatos se volverán a ver las caras a primera hora con el Gobierno en la mesa de diálogo social. La primera reunión después de que la coalición saltara por los aires y, según ha podido confirmar Economía Digital, a escasas horas del encuentro todavía no saben con quién o quiénes se sentarán.