El Gobierno manda ‘la artillería’ a Sevilla para ganar posiciones ante el ciclo electoral andaluz
Tres ministras de Pedro Sánchez, Montero, Maroto y Llop, y Santos Cerdán, Secretario de Organización del PSOE respaldan a Antonio Muñoz en el acto de investidura como regidor de Sevilla, la ciudad más importante gobernada por el PSOE y clave para recuperar el Gobierno andaluz
Antonio Muñoz habla con Juan espadas tras su toma de posesión como nuevo alcalde de Sevilla .EFE/Raúl Caro
Pedro Sánchez ha empezado fijando posiciones en su plaza de referencia en el arranque del ciclo electoral. Con la presencia de hasta tres ministras socialistas -María Jesús Montero (Hacienda), Reyes Maroto (Industria y Turismo) y Pilar Llop (Justicia)- así como de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, el acto de investidura de Antonio Muñoz como nuevo alcalde de Sevilla, tras la tortuosa salida de Juan Espadas del Ayuntamiento que renunció al cargo el pasado 20 de diciembre, pasa por ser la cita política que ha inaugurado este lunes el ciclo electoral en Andalucía, cuyos comicios se celebrarán en junio u octubre.
Arropado por su antecesor y con la presencia de históricos socialistas como Alfonso Guerra y el ex alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, de representantes del Gobierno andaluz como el vicepresidente Juan Marín y la consejera de Cultura Patricia del Pozo, del mundo de la empresa, los sindicatos, la Universidad, la Iglesia, el tercer sector, la cultura –el presidente de la Academia del Cine Mariano Barroso y el actor Antonio de la Torre han estado presentes como invitados- así como de numerosa prensa, el acto ha servido de termómetro del interés con el que se va a seguir todo lo que ocurra en la Plaza Nueva, sede de la alcaldía de Sevilla. Hoy, en la agenda política, tanto a nivel nacional como regional, no había convocatoria que compitiera con éste.
En clave nacional, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, al que las urnas le esperan en 2023, tendrá en Sevilla, cuarta ciudad de España y la plaza más importante que gobierna el PSOE, el escaparate idóneo para ejemplificar a lo largo de este año la llegada y puesta en marcha de los fondos europeos de recuperación así como la sintonía de todos sus ministerios con los ayuntamientos, que a lo largo de toda la pandemia han sufrido el desgaste de la falta de inversión y apoyo del resto de administraciones.
No en vano, a lo largo de su discurso, el nuevo alcalde ha hecho alusiones a la necesidad de una nueva financiación para los consistorios –ha calificado la actual de “obsoleta”- por parte de la Junta de Andalucía y el Estado. «Exijo como alcalde de Sevilla que la financiación de los ayuntamientos deje de ser insuficiente», ha subrayado. En una ciudad que ostenta el triste ránking de tener los barrios más pobres de toda España, Muñoz ha declarado que “es el momento de la transformación urbana de los barrios de Sevilla y para ello vamos a incrementar la coordinación entre áreas municipales y exigiremos el compromiso de todas las administraciones”.
Minutos antes de tomar el bastón de mando de la presidenta del Pleno y de quien ha sido alcaldesa en funciones, Sonia Gaya, Muñoz ha garantizado un gobierno de “estabilidad y de todos” los sevillanos, alejado de “tanta crispación” y en el que espera contar con el “apoyo” del Gobierno de España.
En clave regional, para el socialismo andaluz, Sevilla, de histórico, es una plaza clave para controlar la Junta de Andalucía y, aunque a lo largo de los años, se han alternado los signos políticos en el Ayuntamiento hispalense, por su peso político, se considera uno de los mejores escaparates de las políticas socialistas, tanto a nivel regional como estatal. De ahí que fueran muchas las dudas que surgieron cuando en su día se apostó por la salida de Juan Espadas como alcalde de Sevilla para convertirse, tras ganar en primarias a Susana Díaz, en el candidato idóneo que devuelva el Gobierno andaluz a los socialistas.
Espadas, quien ha recibido en repetidas ocasiones el agradecimiento de Muñoz, se centrará a partir de ahora en la titánica tarea de darse a conocer por toda Andalucía, utilizando ahora el paraguas institucional de su acta como senador por designación autonómica.
Por otro lado, con un año y medio por delante hasta las próximas elecciones municipales, la toma de posesión de Muñoz ha servido para que Santos Cerdán, hombre fuerte del PSOE tras la salida de Ábalos, cierre el debate sobre si el nuevo alcalde será el candidato para las elecciones municipales de 2023 o si bien Ferraz forzará un perfil de más peso orgánico, caso del nombre de la ministra María Jesús Montero, nombre que siempre está en las quinielas. Estuvo en las de candidata a la secretaria general del PSOE-A y suena siempre para liderar el Ayuntamiento de Sevilla, teniendo en cuenta que desde el ciclo de Soledad Becerril (PP) no ha habido otra mujer al frente de la ciudad.
En este sentido, el número tres del PSOE, en declaraciones a los medios, ha trasladado el “apoyo total” de Ferraz a Antonio Muñoz, un perfil muy poco bregado en la vida interna del partido, “para el presente y para el futuro”. Que estas palabras se mantengan en el tiempo será algo que se irá resolviendo a medida que la gestión del nuevo alcalde se vaya fraguando.
En cualquier caso, para los que pensaban que el de Muñoz será un mandato de transición, él mismo se ha encargado de disipar esas conjeturas al presentar, durante su discurso, un proyecto de gestión llega hasta 2029, cuando se cumple el centenario de la primera Exposición Iberoamericana de la que la ciudad fue sede en 1929 y que, hace 100 años, impulsó a Sevilla como una de las ciudades más importantes de España y la abrió a la modernidad.
Un alcalde dialogante, abiertamente gay y alejado de la vida orgánica
“He venido a pie hasta el Ayuntamiento, con mi pareja, Fernando, y he pensado “soy feliz”. Trasladada en el marco de una intervención institucional que, con frecuencia suele congregar todos lugares comunes posibles, esta confesión personal ha formado parte de una intervención en la que Muñoz, que se ha declarado heredero del proyecto de ciudad de Juan Espadas, ha hecho gala de su talante conciliador y dialogante y su apego al mundo de la cultural, al que ha dedicado continuas referencias culturales: la Bienal de Sevilla, el Festival de cine, los jóvenes escritores locales, el proyecto Factoría Cultural… En conjunto, este primer discurso como alcalde define mucho de lo que es Antonio Muñoz (La Rinconada, Sevilla, 1959), un político bregado en la administración pública, abiertamente gay, dueño de un perfil desacomplejado y moderno y apegado a los movimientos culturales de la ciudad.
