El Gobierno manda a las CCAA test que obvian un tercio de los casos
Las CCAA terminan de recibir este lunes los test enviados por Sanidad, con una efectividad de entre el 64% y el 80% y que pueden requerir segunda prueba
La compra y llegada de test para la detección del coronavirus ha sido, y sigue siendo, uno de los capítulos más penosos de la actual crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. El Gobierno tardó en reaccionar, cuando compró grandes cantidades de test eran defectuosos, encargó una nueva remesa a la misma empresa china y su efectividad sigue siendo relativa. Ahora, iniciando la cuarta semana de cuarentena, va a incrementar exponencialmente las pruebas para poder aislar los casos asintomáticos y poder empezar a desescalar la cuarentena.
A todo esto, las comunidades autónomas, que son las que gestionan los hospitales pues se trata de competencias transferidas, buscan material donde pueden mientras esperan el que les debe mandar Sanidad y algunas, como Castilla-La Mancha, han sido víctimas del pillaje a gran escala que están practicando algunos estados, en este caso Turquía, para robar material médico aprovechando que pasa por sus aeropuertos. Los test, en cambio, sí que están llegando ya a las CCAA, aunque siguen sin ser 100% fiables.
El Ministerio de Sanidad empezó a mandar un millón de test rápidos a las comunidades autónomas este domingo y está previsto que hoy mismo tengan ya todos estas pruebas procedentes de China. El problema es que su fiabilidad varía entre el 64% y el 80%, por lo que, en función del momento en que se realice, puede obviar más de un tercio de los casos. Por ello, requiere de un segundo test cuando el resultado sea negativo si la persona presenta síntomas o ha tenido contacto con positivos.
Cuando un paciente dé negativo en un test rápido, se le tendrá que hacer después una prueba PCR
Según ha informado Sanidad, la sensibilidad de estos diagnósticos es del 64% en pacientes que empiezan a presentar síntomas del coronavirus, que es cuando deben hacerse la prueba para su rápido aislamiento. La efectividad no asciende hasta el 80% hasta que la persona lleva infectada al menos una semana, cuando ya ha podido contagiar a todos aquellos con los que tiene contacto durante siete días.
Estas efectividades, habituales en muchos test rápidos, provocan que se necesiten de segundas pruebas. Los positivos se considerarán ya casos probados de contagiados de Covid-19, pero a las personas que den negativo se las someterá a un PCR, la prueba de Proteína C Reactiva, en un hospital, para confirmar que no tiene el virus o, por el contrario, descubrir un positivo oculto y aislarlo y tratarlo. En total, España está realizando entre 15.000 y 20.000 test diarios, cifra que se espera incrementar en breve, lo que disparará la cifra de nuevos contagios.
La efectividad de los test rápidos, en duda
La efectividad de los test rápidos ha estado en entredicho desde que empezaron a usarse masivamente en China, pero en España ha estado marcada por la compra de pruebas no homologadas a una empresa del gigante asiático. No es un problema español, no obstante, y médicos de muchos países han denunciado su baja efectividad.
Una nueva voz crítica sobre estas pruebas es la de Julio García, portavoz de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas. Asegura que “ninguno de los test chinos ha funcionado” y que, después de la primera remesa de 640.000 test fallida, con una efectividad del 30%, el resto tampoco han sido satisfactorios, pues el grado de fiabilidad a penas supera el 50%. En una entrevista en El Mundo, explica que la asociación ha probado test de 7.000 marcas, muchas de las cuales proceden de los mismos fabricantes chinos, incluso en marcas de otros países a priori más fiables.