El Gobierno elevó in extremis la condicionalidad de Junqueras: de 4 a 6 años sin delinquir
Unas declaraciones de Junqueras a favor de la autodeterminación hicieron que el Gobierno elevara el plazo para no delinquir en el expediente para su indulto
El Gobierno llevaba tiempo gestando los indultos que este miércoles han permitido a los nueve líderes independentistas presos salir de la cárcel. Sin embargo, justo antes de que este martes el titular de Justicia, Juan Carlos Campo, llevara los documentos definitivos al Consejo de Ministros se produjo un cambio de última hora.
Esta medida de gracia que concede el Ejecutivo tiene carácter parcial y viene con requisitos. Los ya ex presos no podrán delinquir en los próximos años si no quieren que se anulen los indultos. Y, en el caso de Oriol Junqueras, el Gobierno elevó los años de condicionalidad en el último momento de cuatro a seis.
Esta modificación se llevó a cabo justo después de que el líder de ERC proclamara este domingo su compromiso con la amnistía y la autodeterminación, según ha informado El Mundo. Además, Junqueras afirmó que esta iniciativa del Gobierno «demuestra algunas de las debilidades de los aparatos del Estado» y se mostró favorable a la vía unilateral.
En ese momento sonaron las alarmas en el Ejecutivo y el propio Campo ha asegurado este miércoles en Cadena Ser que hubo una variación de última hora tras «constatar las últimas informaciones que se habían producido. «Cuando se valoran las actitudes estaba esa matización y la propuse al Consejo de Ministros», ha señalado.
Forn, Rull y Turull también tienen 6 años de condicionalidad
Los indultos están condicionados a que no cometan un delito grave (superior a cinco años de prisión) y doloso (de forma voluntaria) en una horquilla de entre tres a seis años, en cuyo caso la pena indultada se sumaría a una eventual nueva condena.
E igual que Junqueras, Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull también tienen un periodo establecido de seis años en el que no pueden delinquir.
Una vez que se ha concedido esta medida de gracia el Gobierno transmite una imagen de calma, apuesta por la vía del diálogo e incluso algunas fuentes han confirmado a Efe que la visión del equipo de Sánchez es la de que el independentismo está madurando hacia una nueva realidad. «Cambiar de rasante de forma radical cuesta mucho», han señalado.
Sin embargo, estas fuentes han admitido las dificultades que puede haber para que haya un acuerdo en el seno del Govern respecto a los pasos que se puedan ir dando por las diferencias entre ERC y Junts.
Las discrepancias entre esos partidos pueden condicionar el momento en el que se retome la mesa de diálogo entre los dos gobiernos y que el Ejecutivo no ve como algo inminente. Primero tendrán que reunirse Pedro Sánchezy Pere Aragonès, y más adelante, con visos de que sea después del verano, es cuando se prevé que esa mesa de diálogo se recupere.