El gobierno de Quim Torra ignora las agresiones en el acto del Rey
La portavoz de la Generalitat dice que no le consta ninguna agresión a asistentes en el acto de este lunes y acusa al Rey de hacer campaña
El govern de Quim Torra evitó este martes condenar los acosos y agresiones a los asistentes a la entrega de los premios Princesa de Girona que intentaron pasar entre los manifestantes concentrados el lunes a las puertas del Palacio de Congresos de Cataluña para protestar contra el rey Felipe VI, que presidia el acto.
La portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó, dijo que al gobierno no le consta ninguna agresión, pese a que el concejal del PP en Barcelona Josep Bou ha denunciado que recibió insultos, escupitajos, empujones y patadas al tratar de acceder al centro de convenciones, y que hay imágenes que lo acreditan, así como otros videos que circularon igualmente por las redes sociales y mostraron asedios, abucheos e incluso algún golpe a otros invitados.
«Si hubo alguna imagen desafortunada, como siempre la podemos condenar, pero ahora mismo no visualizo una imagen concreta de ninguna agresión a ninguna persona», zanjó. «Quizá hubo algún silbido o alguna palabra fuera de sitio», concedió, «pero yo no vi agresiones a nadie».
Budó subrayó además, como ya había hecho horas antes del conseller de Interior, Miquel Buch, que la seguridad de los asistentes estuvo garantizada, y que los organizadores fletaron 30 autocares para trasladar a los invitados, de los que «solo se ocuparon siete». Es decir, que si alguien tuvo problemas para acceder al palacio de congresos, fue porque quiso.
Cargas contra el Rey, Sánchez, Casado, Rivera y Abascal
La consellera sí que condenó con rotundidad, en cambio, el discurso del Rey, que advirtió que en la Cataluña «plural e integradora, constructiva y solidaria» a la que elogió no tienen cabida «ni la violencia, ni la intolerancia, ni el menosprecio a los derechos y libertades de los demás». Para Budó, la alocución el monarca significa que «vuelve a tomar partido, hace política en plena campaña electoral y no escucha a los ciudadanos de Cataluña».
Igual de contundente se muestra el govern con las intervenciones de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal en el debate preelectoral del lunes. A los cuatro los acusó la consellera portavoz de recurrir a la «catalanofobia» y de mostrar «un desconocimiento preocupante de Cataluña».
El ejecutivo catalán se comprometió a que la jornada electoral del 10-N transcurra «con normalidad». Budó se remitió a la resolución de la junta electoral provincial que permite la acampada de la plaza Universitat siempre y cuando no se dificulte el acceso al recinto universitario adyacente, que será colegio electoral, y apeló a la obligación del govern de «garantizar todos los derechos», tanto el de voto como el de protesta.
Evitó mojarse sobre qué hará la Generalitat si el Tsunami Democràtic organiza el sábado actos que vulneren los preceptos establecidos para la jornada de reflexión, pero insistió en que el domingo nadie tendrá problemas para ejercer su derecho de voto. «Las urnas siempre son una expresión democrática de lo que quiere la ciudadanía. Así que no solo lo garantizamos, sino que animamos a que todo el mundo vaya a votar», concluyó.