El Gobierno da por buena la respuesta de Torra a sus advertencias
Calvo celebra que la Generalitat garantice la seguridad del Consejo de Ministros del 21-D, pero Sánchez mantiene la opción de enviar policías a Cataluña
El Gobierno ha dado por bueno este miércoles el compromiso de la Generalitat de garantizar tanto el derecho de manifestación como el orden público durante la celebración del Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona el 21 de diciembre.
La vicepresidenta, Carmen Calvo, explicó en los pasillos del Congreso que el ejecutivo se da por satisfecho con la respuesta del gobierno catalán a las tres cartas que le envió el lunes, firmadas por los ministros José Luis Ábalos y Fernando Grande-Marlaska y por ella misma. Según Calvo, el gobierno de Quim Torra «ha garantizado como corresponde» y por escrito la actuación de los Mossos d’Esquadra y la seguridad de la reunión del ejecutivo, que se celebrará en la Llotja de Mar, la sede de la Cambra de Comerç de Barcelona.
En las misivas, el Gobierno pedía explicaciones de por qué la policía catalana no impidió los cortes y levantamientos de barreras en las autopistas por parte de los CDR este fin de semana y advertía que, si los mossos no actuaban, enviarían a Cataluña agentes de otros cuerpos de seguridad para asumir la seguridad.
Generalitat y Moncloa rebajan la tensión
El anuncio de Calvo llega después de que la Generalitat levantara el martes el pie del acelerador y optara por rebajar la tensión, desmarcándose de las apelaciones de Torra a la «vía eslovena» a la independencia y desdiciéndose de sus consideraciones de la semana pasada sobre el Consejo de Ministros, cuando había considerado que tenía visos de «provocación», aunque el Gobierno compatibiliza el gesto con el endurecimiento del discurso contra los independentistas exigido este miércoles por Sánchez en el pleno del Congreso.
De hecho, está por ver si ese ok de Calvo al govern supone renunciar a enviar a Cataluña agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, una posibilidad que el Gobierno puso sobre la mesa el lunes y que el propio Sánchez ha reiterado en su intervención en la Cámara Baja.
Este mismo miércoles, en el Parlament, Torra pedía a Sánchez que cuando vaya a Barcelona acuda con «política, y no policía». Lo que sigue en el aire es un posible encuentro entre ambos, al que la Generalitat se muestra reticente desde que Sánchez rechazó aprovechar la visita para escenificar una «cumbre» entre el Gobierno y el ejecutivo de Torra, como pretendia este.