El Gobierno cierra filas tras la salida de Iglesias: no habrá adelanto electoral
La ministra portavoz, María Jesús Montero, niega que se vaya a romper la coalición: "La salida de Iglesias no tiene ninguna implicación"
El Partido Socialista y Unidas Podemos no están dispuestos a permitir que la salida de Pablo Iglesias fragmente el Gobierno. Las dos formaciones aspiran a mantener el acuerdo de la coalición y evitar que se produzca un adelanto electoral, como el que ha sacudido el tablero político en la Comunidad de Madrid. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha despejado este martes todas las dudas con una defensa firme de los lazos entre las dos formaciones.
«Rotundamente no. La salida de Iglesias no tiene ninguna implicación en la continuidad del Gobierno ni en la hoja de ruta que nos habíamos planteado desde el inicio de la legislatura», ha expresado la ministra socialista en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Precisamente, Pedro Sánchez se ha citado esta misma mañana con su todavía vicepresidente para pactar el nuevo organigrama del Ejecutivo, sin que quede en el aire ninguna discrepancia.
Montero ha rechazado que la dimisión de Iglesias como vicepresidente de Derechos Sociales vaya a desencadenar el final de la coalición y ha recordado que todavía tienen muchos asuntos que tratar entre los dos socios de la coalición en lo que resta de legislatura que les obligan a «seguir caminando juntos».
Las disputas en materias como la vivienda, la protección social, la reforma laboral o el acuerdo de las pensiones son algunos de los temas que requieren un consenso entre diferentes ministerios. «No esperamos ninguna relación distinta a la mantenida hasta la fecha», ha indicado Montero.
Montero no descarta la vuelta de Iglesias si fracasa en las elecciones madrileñas
El cambio de guion de Pablo Iglesias está sujeto al resultado de las urnas el próximo 4 de mayo, a las que no podrá concurrir en una candidatura conjunta de izquierdas de la mano de Más Madrid. Si el líder de Unidas Podemos no logra una mayoría suficiente como para desbancar a Isabel Díaz Ayuso de la presidencia su futuro quedará en el aire. Las opciones pasan por hacer oposición durante dos años en la Asamblea de Madrid o buscar otro hueco en el espacio político.
«No he hablado con el vicepresidente sobre su futuro, no creo que tenga otro objetivo que no sea obtener los mejores resultados en la Comunidad de Madrid»
Montero ha evitado hacer especulaciones y no ha querido contestar directamente a si Iglesias tiene la puerta abierta, en caso de que decidiese volver al Gobierno. Eso sí, ella cree que no tiene intención de ocupar de nuevo su sitio en el Consejo de Ministros. «No puedo anticipar ninguna vocación o preferencia del vicepresidente», ha aclarado.
La Ley de Vivienda será el último escollo de Montero e Iglesias
Con este escenario sobre la mesa, Montero e Iglesias tendrán que mantener un último pulso político. El vicepresidente comunicó que su objetivo era dejar cerrado el acuerdo sobre la Ley de Vivienda, antes de que abandonase su puesto en el Gobierno. El inicio de la campaña electoral el 18 de abril, le deja apenas un margen de 48 horas para llegar a un consenso con el bloque socialista, después de unas tensas negociaciones con el ministro de Transporte, José Luis Ábalos.
Montero ha intercedido en las negociaciones para tratar de desatascar la iniciativa legislativa. La ministra de Hacienda se ha mostrado a favor de poner en marcha estímulos fiscales para garantizar un descenso en el precio de los alquileres en España. La fórmula permitiría cumplir uno de los objetivos de Unidas Podemos para aliviar la carga económica de la clase trabajadora, pero dista mucho de su propuesta, que pasa por regular directamente el sector como en Barcelona.
«Se ha explorado la parte fiscal como parte instrumental para posibilitar un mayor y mejor acceso a la vivienda a la población con mayores dificultades», ha insistido la titular de Hacienda. Montero ya le ha trasladado su opinión a Ábalos para que trate de dar forma a una propuesta definitiva que tendrá que negociar con Ione Belarra, la actual secretaria de Agenda 2030, que previsiblemente se convertirá en el relevo de Iglesias en el Ministerio de Derechos Sociales.
«En la medida de nuestras posibilidad siempre preferimos que los instrumentos sean incentivadores que penalizadores», ha aclarado la ministra portavoz.