El Gobierno alardea de que las familias pagaron menos por la luz en 2013
El secretario de Estado de Energía asegura que el recibo doméstico cayó de media el 3,1%
El Gobierno no quiere hablar de tarifazo eléctrico. De hecho, sostiene que en 2013, las familias con dos hijos han pagado un recibo de la luz más barato respecto a las anteriores legislaturas.
El secretario de Estados de Energía, Alberto Nadal, ha sostenido este martes que los consumidores domésticos han pagado, de media, el 3,1% menos y los grandes consumidores (industria y empresas) entre el 0,4% y el 1% menos.
‘Tarifazo’ eléctrico
Por otro lado, indicó que el déficit de tarifa de 2013 se situará «ligeramente por debajo» de los 3.600 millones previstos tras la decisión del Gobierno de suspender el traspaso de partidas de dinero público al sistema eléctrico.
Sobre la titulización de esta deuda por parte de las eléctricas, que la financiarán aún en 2014, ha considerado que esta posibilidad corresponde a las eléctricas. «Lo que se está hablando es sobre si el Gobierno debe aportar o ayudar de alguna manera a facilitar esta titulización», ha aseverado.
Coste de la energía
Nadal ha aprovechado el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, para anunciar que en las próximas semanas remitirá a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el nuevo sistema para fijar el coste.
«Fundamentalmente, debe ser un sistema que dé estabilidad de precios durante un largo periodo de tiempo y esté a salvo de elementos extraordinarios en el mercado y en el sistema de fijación de precios», ha defendido.
Nuevo sistema de subastas
Nadal se ha refirido de esta forma al mecanismo que sustituirá a las actuales subastas trimestrales para fijar la tarifa regulada. Los consumidores «no aspiran a cambios mensuales o trimestrales sino a lo largo de todo el año», indicó, sin hacer más precisiones.
Nadal también ha aprovechado su comparecencia para criticar al Gobierno anterior por «olvidar el vértice de la competitividad» e introducir unas tecnologías renovables «enormemente caras en las que España y el resto de los consumidores se hipotecaron para pagar la curva de aprendizaje del resto del mundo».