El fracaso del Consell de Puigdemont: solo 90.000 afiliados en tres años
Junts aspira a revitalizar un órgano sin rumbo desde su creación, que cuenta con la mitad de socios que otras entidades independentistas como Òmnium Cultural y genera fricciones en las negociaciones con ERC
El Consell per la República impulsado por Carles Puigdemont se ha convertido en uno de los principales escollos en las negociaciones entre ERC y Junts. El partido del expresidente quiere impulsar esta organización paralela a las instituciones catalanas, pese a su ínfima representatividad en el independentismo: solo 90.000 afiliados desde que se creó en 2018.
Este órgano paralelo impulsado por el mundo de Waterloo se dio a conocer en marzo de 2018, aunque fue en octubre cuando se presentó al público. Pese a la pompa des del universo de Junts, este ente ha tenido una incidencia marginal en la vida política del secesionismo, ninguneado por ERC y con una participación discreta de la CUP.
Aunque las primeras estimaciones de Waterloo contaban con que se activaría con un millón de socios, la realidad se impuso y dejó a este organismo paralelo sin las abultadas cifras con las que calculaba. Tras años de actividad, el Consell solo ha conseguido sumar a 92.612 personas, según la última actualización de su página web.
Las previsiones iniciales: un millón miembros para ‘activarse’
La decepción no es para menos. Desde el Consell hablaban de un millón de asociados como cifra para activarse y empezar a crear un entramado paralelo a la administración catalana con el objetivo de sortear los cercos legales y judiciales que impone el ordenamiento jurídico español.
Uno de los primeros objetivos que se marcó el ente de Pugidemont fue la redacción de una Constitución catalana, que solo podrían refrendar los ciudadanos que estuvieran inscritos en este órgano. El texto resultante se implementaría una vez conseguida la hipotética República Catalana.
El peso asociativo del Consell per la República es paupérrimo, en comparación con otras entidades civiles vinculadas al independentismo. Según los datos de la web, Òmnium Cultural cuenta con 182.633 socios, aproximadamente el doble de miembros inscritos.
Junts quiere revitalizar este órgano paralizado
Arrinconado por los otros partidos independentistas, esta entidad ha intentado hacerse valer como una suerte de canal de «lucha» judicial y política en lo que el independentismo llama el frente exterior o del exilio. Personalidades como el abogado del expresidente, Gonzalo Boye, han llamado a unirse para ayudar al fugado en sus afrentas jurídicas desde Bélgica.
La esperanza de Junts per Catalunya está en revitalizar este órgano, al que pretende impulsar en las negociaciones con ERC. Un fortalecimiento del mismo ayudaría a redibujar a Puigdemont como «gurú» desde Bélgica, y a la vez permitiría convertirse en una suerte de contrapeso a una Generalitat dirigida por Pere Aragonès.
ERC se resiste a aceptar este órgano tal y como está planteado en la actualidad, y llama a reformularlo. La número dos los republicanos, Laura Vilagrà, fue muy tajante en una entrevista a RNE: “La Generalitat de Cataluña es el Govern y no puede estar condicionado por este órgano, tal como está pensado ahora”.
Un ente sin rumbo claro
Una de las salidas que los republicanos proponen para este ente es convertirlo en una suerte de organismo colegiado que recoja la estrategia del independentismo de cara su batalla internacional. Además, piden que sea equitativo entre las fuerzas políticas que apuntalan al secesionismo: ERC, Junts y la CUP.
En la actualidad, la cúpula del Consell per la República está formado por 12 personas. Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Aurora Madaula por parte de Junts. También, personalidades cercanas al mundo de Waterloo como la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie; el portavoz de Demòcrates, Antoni Castellà; o la jurista Neus Tobisco-Casals.
ERC cuenta con un único miembro, Isaac Peraire. Pese a que aparece en la web, los republicanos congelaron su participación de cara a la precampaña y campaña electoral del 14-F. La CUP también cuenta con un miembro de Poble Lliure, el lingüista Guillem Fuster.