El fracaso de Mas-Colell: sólo 2,6 millones por el impuesto a los bancos
El objetivo al gravar los depósitos bancarios era de 685,8 millones, pero las entidades impugnaron la medida
Se veía venir. Las entidades financieras se opusieron desde el primer minuto a un impuesto sobre los depósitos bancarios. Pero el Govern de la Generalitat quiso aplicar la medida, con la idea de aumentar los exiguos ingresos.
El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha admitido este jueves que el objetivo de recaudar unos 685,8 millones en 2014, quedará muy lejos. El Govern sólo ha ingresado 2,65 millones de euros.
Mas-Colell ha asegurado en el pleno del Parlament que “prácticamente todas las entidades bancarias han impugnado las cantidades”, y, por tanto, han presentado un aval. Con ello, el ingreso final de la Generalitat se ha reducido a poco más de dos millones de euros.
Nueva confrontación
El impuesto sobre los depósitos bancarios es motivo, de nuevo, de una confrontación entre el Govern de la Generalitat y el Ejecutivo central. Mas-Colell reclama que se compense, en todo caso, a la Generalitat, después de que el Gobierno español legislara también sobre ese impuesto.
Sin embargo, esa posible compensación no se incluyó en los presupuestos general del Estado de 2014 ni en los de 2015. El conseller entiende que se aplica una “asfixia” financiera a las comunidades autónomas, entre ellas a Cataluña, de forma premeditada.
Paga extra en el aire
Se da la circunstancia de que la recuperación de la paga extra, que figura en el pacto presupuestario entre CiU y ERC para 2014, estaba condicionada a los ingresos por el impuesto a los bancos. Ahora todo eso se podría replantear.
Esquerra es partidaria de recuperar esa paga, a través de una ampliación de crédito, con la prórroga del presupuesto. El diputado republicano, Pere Aragonés, ha recordado que el Gobierno del PSOE, en 1996, recurrió a esa fórmula cuando se quedó sin apoyos parlamentarios.
Pero el conseller Mas-Colell ha insistido que su idea es presentar unos presupuestos para 2015 y que negociará con los grupos parlamentarios. Su idea es que, incluso con unas elecciones anticipadas, un Govern debería contar con un nuevo presupuesto, y que tendría más fuerza que con una ampliación de crédito.