El fantasma del trasvase planea de nuevo por las Terres de l’Ebre
CiU no quiere ninguna fuga de votos, después de que Leonard Carcolé, el director del ACA, abriera de nuevo el debate
CiU no quiere ni una sola fuga de votos en las Terres de l’Ebre, en su carrera por conseguir la mayoría absoluta. Y la posibilidad de que los ciudadanos de las comarcas de Tarragona puedan interpretar que se estudia o se analiza un posible trasvase del Ebro, ya crea una gran inquietud en la federación nacionalista.
Esta vez, sin embargo, después de que la operación de la interconexión de las cuencas internas quedara frustrada en mayo del 2008, quien ha apostado por recuperarla es un interlocutor con conocimiento de causa.
El director de la Agència Catalana de l’Aigua, Leornard Carcolé ha afirmado que la interconexión de la parte catalana del Ebro y las cuencas internas del país es y será una reivindicación del organismo.
Un solo país, dos cuencas
Carcolé, en un encuentro con regantes de Lleida hace dos semanas, precisó que se podrían aprovechar los cabales excedentarios que podría haber, desde la zona de Lleida hasta las comarcas de Barcelona y algunas del interior de Tarragona con déficits hídricos.
Y en unas declaraciones que recogió el diario Segre, dejó clara su postura: “Aunque seamos dos cuencas hidrográficas, en conjunto somos un país y hay suficiente agua para todos, y si hablamos de cabales excedentarios, vemos bien una interconexión”.
El delegado del Govern y el Ródano
Peligro, por tanto, en les Terres de l’Ebre. El delegado del Govern en estas comarcas, Xavier Pallarès, sentencia que el problema es que “no sobra agua” y que el proyecto de CiU, en el futuro, reiterado, sin embargo, en numerosas ocasiones, es el trasvase del Ródano, una obra muy ambiciosa y cara.
Pallarès, muy consciente de la sensibilidad de los ciudadanos de las Terres de l’Ebre, se acoge a las afirmaciones posteriores de estas semanas que realizó el conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, quien quiso ser tajante para no dar alas a Carcolé.
Y afirmó que al Ebre “no le sobra ni una gota de agua”. “No quiero que haya ninguna duda y que nadie quiera sacar provecho o generar confusión por unas declaraciones que se sacan de contexto”, aseguró.
Problema latente
Pero el problema siempre está latente, y más en una campaña electoral. CiU sufrió mucho después del acuerdo con el PP en 2001, que preveía el Plan Hidrológico Nacional.
Las manifestaciones posteriores en el territorio, con todos los partidos en contra, especialmente Esquerra Republicana, desgastaron a CiU con una fuga de votos en los comicios posteriores.
Pallarès no quiere dudas. Entiende a Carcolé, pero considera que las palabras de Recoder son suficientes para cerrar el debate. Según el delegado del Govern, la comisión de Sostenibilitat de las Terres del Ebre ya ha dejado claro que esa conexión de las cuencas internas técnicamente no es posible, y, además, no sobra agua para implementarla.
El macrocomplejo de Tarragona
Pero, ¿existe un debate de fondo? Los socialistas entienden que sí. La candidata del PSC en las comarcas de Tarragona, Núria Ventura, rechaza con convicción el trasvase.
El PSC considera que la apuesta de Carcolé se explica por el macroproyecto turístico de Tarragona, que el president Artur Mas presentó después de que Eurovegas se decantara por la ciudad de Madrid. La necesidad de agua para esa zona, justificaría el trasvase del Ebro.
Para Pallarès, en cambio, esa explicación “no tiene ningún sentido”, porque, según el delegado del Govern, Tarragona ya tiene “muy definido ese proyecto y no le falta agua”.
El tripartito lo tenía listo
En cualquier caso, la inquietud ha renacido en las Terres de l’Ebre. Pallarès recuerda que el tripartito quería aquella conexión, y que lo tenía todo dispuesto, con el aval del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Fue en abril y mayo de 2008. La cuencas de los embalses catalanes estaban en el 20% de su capacidad. Y el president José Montilla puso en marcha el proyecto.
La lluvia
Pero llovió. Y de qué manera. Pallarès insiste en que estaban las tuberías ya dispuestas y las estacas de señalización en el territorio. Las lluvias, sin embargo, provocaron que Montilla desistiera de su proyecto, ante el rechazo que suscitaba, principalmente, en ICV.
Y el Gobierno central derogó el real decreto ley que posibilitaba la prolongación del denominado minitrasvase del Ebro a Barcelona. En aquella ocasión se trataba de garantizar el suministro de agua en la región de Barcelona a través de la construcción de una tubería que conectaría los sistemas Ebro y Ter-Llobregat.
Pese a todo, el fantasma del trasvase sigue presente en las comarcas.