El expresidente de Kazajistán se hace fuerte en la Costa Brava
Nursultán Nazarbáyev, presidente del Kazajistán hasta marzo pasado, gana un pleito sobre los derechos de un camino al Ayuntamiento de Lloeret de Mar
El expresidente kazajo Nursultán Nazarbáyev ha ganado un pleito en la Costa Brava. Podría parecer un litigio menor, relacionado con el derecho de paso por un camino, pero para el hombre que presidió Kazajistán durante más de treinta años, desde los tiempos en que era una de las repúblicas soviéticas, es una cuestión personal. La familia Nazarbáyev no permite que nadie pasee por su finca de Lloret de Mar (Girona). Es su fortín.
Aunque dimitió como presidente de Kazajistán en marzo pasado, Nazarbáyev, de 79 años, sigue controlando con mano de hierro el noveno país más extenso del mundo: lidera el partido gobernante Nur Otan y se mantiene como jefe del Consejo de Seguridad. Su régimen continúa.
La familia Nazarbáyev se instala todos los veranos en Can Juncadella, una lujosa villa de Lloret de Mar situada en una colina boscosa que se alza sobre dos recónditas calas. Está protegida por rigurosos medidas de seguridad, que incluyen vigilantes armados, cámaras, sensores y una valla que rodea las 20 hectáreas de la finca.
Poco después de comprarla en 2007, los nuevos propietarios cerraron con rejas el camino que atraviesa la finca por la parte baja. Pero no es una vía cualquiera. Es un tramo del camino de ronda. Hasta entonces era uno de los lugares de paseo habituales de los lugareños y turistas. Ahora, quien se atreva a saltar la valla, se encontrará con unos vigilantes de seguridad que le impedirán el paso.
Los vecinos se indignaron. El alcalde de entonces, Xavier Crespo, firmó en 2009 un convenio con los propietarios por el que estos se comprometían a abrir una vía alternativa. Nunca se realizó la obra y este tramo del camino de ronda sigue cerrado. Crespo ya no es alcalde, ni tampoco diputado convergente. En 2015 fue condenado a nueve años y medio de inhabilitación por prevaricación y cohecho por las facilidades que dio a un promotor ruso.
Sentencia del TSJC
Después de multitud de recursos administrativos y de diversos procedimientos judiciales, la sala del contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dado la razón a la familia de Nazarbáyev: en un sentencia reciente, revocó un fallo anterior del juzgado del contencioso administrativo número 1 de Girona y, en consecuencia, anuló un decreto del Ayuntamiento de Lloret de Mar de 2016. Mediante este decreto, se incluyó el mencionado camino de ronda en el inventario municipal de bienes y derechos de dominio público.
Al anularse por vía judicial el decreto del Ayuntamiento, el camino de ronda queda fuera del inventario municipal de bienes públicos. Fuentes vecinales y de las entidades ecologistas locales apuntan que la sentencia del TSJC tan solo es una “batallita”. Entienden que no se pronuncia sobre el derecho de paso de peatones por esta vía. Insisten en que la familia Nazarbáyev actúa como si can Juncadella fuera Kazajistán.
Denuncia por una nueva construcción
El camino no es el único conflicto. La plataforma ecologista SOS Lloret denunció este verano la construcción de una nueva edificación dentro de la finca de Can Juncadella, un paraje protegido por la legislación ambiental. Según informó Diari de Girona, el Ayuntamiento abrió un expediente por el que conminan a los propietarios a devolver este espacio a su estado original. El consistorio mantiene que las obras no tenían permiso. Se supone que la nueva edificación era una casa para huéspedes o para el servicio.
En la actualidad, en esta finca hay tres edificios. La mansión principal ocupa más de 3.000 metros cuadrados construidos. Tiene 13 suites, una veintena de cuartos de baño, piscinas, teatro, discoteca y spa.
Los pleitos judiciales sobre las obras de Can Juncadella todavía no han concluido. En su momento, incluso intervino el parlamento de Cataluña. La familia Nazarbáyev parece que vive ajena a estos conflictos.
Formalmente, la finca es propiedad de la empresa Flinder Data, que tiene su sede social en Can Juncadella y está administrada por Olga Aristova, una ejecutiva residente en Cataluña. Según las cuentas de 2017, esta sociedad registró unas pérdidas de 2,9 millones de euros en aquel ejercicio. Su matriz es la holandesa Faltain BV. No obstante, desde el Ayuntamiento y las entidades que han pleiteado se asegura que detrás está la familia Nazarbáyev.
Dinara Nazarbayeva, una de las tres hijas del expresidente de Kazajistán, suele organizar cada 19 de agosto una gran fiesta de cumpleaños en Can Juncadella. En algunas asiste su padre. A una milla de distancia de la costa, se ven los impresionantes yates de los invitados. Se se les traslada con otras embarcaciones más pequeñas hasta la cala Canyelles, que está dentro de la finca. Nunca han aparecido fotografías de la fiesta en los medios.
Amigo de los reyes y de los presidentes de España
Hace años, Nursultán Narzarbáyev vino a Lloret de Mar a bordo del Amevi, uno de los yates más exclusivos del mundo, propiedad del magnate indio Lakshmani Mittal. Después visitó al rey Juan Carlos en Mallorca y disfrutó del Fortuna.
Nursultán Narzarbáyev no solo mantiene una excelente relación con el rey emérito, cultivada en múltiples encuentros, que incluyen diversos viajes oficiales, sino también con el actual monarca, Felipe VI. Este último acudió a la inauguración de la exposición universal que se celebró en 2017 en Astana, la capital del país.
El expresidente kazajo también cultivó las relaciones con los presidentes españoles, especialmente con José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. La repetición de sus encuentros, en Madrid y Astana, no se justifican por el escaso volumen de las transacciones económicas entre los dos países. Narzarbáyev siempre se ha declarado un “amigo” de España.
En realidad, Narzarbáyev viaja a menudo a España. Y no siempre para alimentar sus relaciones políticas. Su avión presidencial ha aterrizado en ocasiones en el aeropuerto de Girona, desde donde se traslada a Lloret de Mar. En esta localidad se especula, aunque sin base, que Can Juncadella será su retiro si se encuentra en dificultades en su país.
Narzarbáyev fue primer ministro de Kazajistán en la década de los ochenta. En 1990 alcanzó la presidencia, todavía en la etapa soviética, y la mantuvo hasta el pasado marzo. El próximo año se celebrarán elecciones presidenciales. Quizás entonces se jubile en Can Juncadella.