El entorno de Puigdemont asume que se encamina a la derrota
La consejera de Presidencia, Elsa Artadi, admite que "existe un problema de falta de coordinación" y reconoce que es "la receta de la derrota"
El apoyo a los políticos presos catalanes es uno de los pocos puntos de acuerdo que mantienen las fuerzas independentistas, divididas y descoordinadas. Y fue en el marco de un acto de solidaridad con los presos que han iniciado una huelga de hambre donde Elsa Artadi, una de las principales personas de confianza de Carles Puigdemont, decidió sincerarse con respecto al desconcierto que atraviesa el soberanismo.
«Si quereis hacemos ver que no existe, pero existe un problema de falta de coordinación», comentó la consellera de Presidencia en un acto en el convento de Caputxins de Sarrià, donde varios consellers, activistas y diputados soberanistas iniciaron este jueves, día de la Constitución, un ayuno de 24 horas en apoyo a los presos.
«Este es el reto mayor que tenemos, y cuando no le decimos a la gente de una manera coordinada hacia dónde tenemos que ir, hacia dónde destinar las energías y cómo seguir transitando la fase en que estamos, es cuando surgirán cosas que no irán bien y momentos que nos irán rompiendo el movimiento desde dentro», agregó.
Artadi advirtió de que la falta de coordinación del independentismo puede llevar al fracaso del movimiento. «Esta es la receta de la derrota», afirmó la consejera al inicio de los actos, cuando participó en una charla con el diputado republicano Ruben Wagesberg y el presidente del grupo de la CUP, Carles Riera.
El separatismo admite su desconcierto
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, fugada a Suiza, realizó una breve intervención telemática desde Ginebra y se suscribió a la necesidad de avanzar de forma consensuada. También hubo vídeoconferencia con Carles Puigdemont, desde Bélgica, quien evitó hablar de la falta de unidad y, en cambio, cargó contra la Constitución.
En el 40 aniversario de la Carta Magna, «en un clima inaceptable de coacción de los derechos fundamentales», Puigdemont dijo que cuando se votó la Constitución la ciudadanía la vio como «una herramienta de esperanza» pero que ahora está «caducada» y convertida en «una herramienta de represión».
Riera, por su parte, garantizó el apoyo de la CUP al «procés» pero avanzó que su formación no quiere hacer «muchas más cosas simbólicas». Wagesberg agregó que en algún momento harán falta actos de desobediencia y que «la coordinación es un elemento clave».