El empresariado catalán espera el gesto de Rajoy
Rubalcaba, Mas y el Círculo de Economía certifican que el modelo actual de Estado ha llegado a su punto y final y reclaman nuevas reglas de juego
Fin de ciclo. La joven democracia española se debe renovar para no ahogarse en su propio corsé. Y cambiar las reglas del juego político pasa por modificar la Constitución. Si no, hay poco margen de maniobra con la actual arquitectura legal, tanto española como comunitaria.
El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE), ha dejado claro este viernes en la reunión anual del Círculo de Economía que los socialistas aceptan el reto, el mismo que el lobby empresarial presidido por Josep Piqué consideró necesario a principios de semana. Incluso es una de las alternativas que el President de la Generalitat, Artur Mas (CiU), podría aceptar para encauzar la relación Catalunya-España. La valora como poco probable, pero admite que está en su horizonte.
Sólo falta conocer una voz. La más importante en el debate y que este sábado pasará por el mismo escenario que los anteriores, el encuentro empresarial de Sitges (Barcelona). La del jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy (PP).
Desafección institucional
Los empresarios catalanes casi dan por descartado que anuncie el inicio de un proceso de diálogo para renovar la Carta Magna. Pero sí esperan algún gesto que implique reconocer que el Gobierno empieza a mover piezas para canalizar la creciente desafección institucional y, a la vez, intente construir puentes de nuevo con Catalunya.
Los discursos son positivos, pero sin gestos la situación se puede escapar de las manos, avisan los empresarios consultados por Economía Digital. Las cifras que avalan esta tesis son sangrantes: un 50% de paro juvenil, otro año en recesión y las reclamaciones de Bruselas para incrementar los ingresos. Es decir, más impuestos.
¿Más impuestos?
Este plato no es del gusto de ninguno de los asistentes a la reunión de Sitges, pero casi han tirado la toalla respecto a otras medidas que evitarán esta opción. Especialmente tras escuchar los requisitos del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el comisario de asuntos económicos, Oli Rehn.
A pesar de que el ministro de Economía, Luís de Guindos, ha asegurado a los empresarios catalanes que Bruselas no le ha marcado una hoja de ruta de recortes, ni siquiera le reclama que suba el IVA. “Se debe interpretar su lenguaje florido”, ha justificado, en relación a la Comisión Europea.
Diálogo con Rubalcaba
Sea como sea, el camino que tiene por delante Rajoy pasa, indudablemente, por negociar. Podrá aprovechar el frente común que está intentando con el líder de la oposición para presentarse ante el consejo europeo del próximo junio con una sola voz.
La relación entre ambos ahora es muy próxima. “Hablamos cada día”, ha confesado el socialista en un aparte con la cúpula del Círculo tras su intervención de este viernes, según afirman a este medio fuentes conocedoras del encuentro.
Respuesta institucional
Este diálogo debería fructificar, a juicio del sector empresarial. Una de las consideraciones que se repiten, y que causan un cierto temor, es que Rajoy pueda entender que la situación política en Catalunya se irá diluyendo. Esa es una de sus máximas políticas, la de dejar pasar el tiempo. Pero el mundo empresarial catalán, y también el político, quieren hacer ver al presidente del Gobierno español que las tensiones no se arreglan con la inacción. Le piden a Rajoy una respuesta institucional, le reclaman determinación, arrojo y concreciones.
Y Rajoy tendrá muy pocas oportunidades como la de este sábado, ante el auditorio del Círculo de Economía.