El empresariado catalán, con el PSC
Foment y el Cercle d’Economia coinciden con los postulados de Pere Navarro ante la supeditación de CiU a ERC
El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha conseguido en muy poco tiempo algo inesperado. Lo que defiende, con mayor o menor vehemencia, con mayor o menor gracia personal, ha llamado la atención del empresariado catalán, tradicionalmente cercano a CiU, y al poder que emana de la Generalitat, además de consolidar su posición en el partido.
La situación política, viciada por el llamado derecho a decidir, ha provocado un acercamiento madurado en los últimos meses entre los socialistas y patronales como Foment del Treball o el Cercle d’Economia, un lobby empresarial que acaba de estrenar nuevo presidente, en la figura del catedrático de Economía Aplicada, Antón Costas.
¿Es eso positivo o negativo para las dos partes? Ninguna de las fuentes consultadas lo sabe calibrar, porque ahora no se trata tanto de analizar el futuro de un partido político determinado, o de si una patronal podrá defender mejor sus intereses, como de “saber leer el partido”, utilizando una expresión futbolística. Y el partido lo están leyendo de la misma forma dirigentes como Pere Navarro o Joaquim Gay de Montellà, o el propio Antón Costas, y, junto antes que él, el ex ministro Josep Piqué.
El derecho a decidir sigue siendo una feliz expresión de la dirección de CiU, con la que el President Artur Mas acudió a las elecciones de 2012. En 2010 el objetivo era otro, el del pacto fiscal, que, inicialmente, se pretendía defender en la manifestación de la Diada de 2012.
El desprecio al documento de Rigol
Pero el PSC ha defendido en todo momento que esa posibilidad de consultar a los catalanes sobre su futuro, en relación al resto de España, se debía acordar previamente con el Gobierno central, y buscar, posteriormente, la fórmula que lo posibilitara. Es lo que ha ocurrido en el Reino Unido, con el caso de Escocia. Y Foment, y el Cercle d’Economia, aunque en menor medida, han ido detrás de esos principios de los socialistas.
Prueba de ello fue la labor conjunta de Navarro y Gay de Montellà en el documento sobre el derecho a decidir que redactó el ex presidente del Parlament, Joan Rigol. Sin embargo, y después de acordarlo, CiU y ERC no le dieron la mayor importancia, impulsando iniciativas parlamentarias que provocaran divisiones en el seno del PSC.
Esa circunstancia, al margen de irritar a la dirección socialista, dejó en una posición muy incómoda a Foment del Treball, que no entiende, según fuentes empresariales, la posición de CiU, “supeditada” a los intereses de Esquerra Republicana.
Distanciamiento con CiU
Es cierto que otros colectivos empresariales, como la Cecot, de la pequeña y mediana empresa, están alineados con el proyecto soberanista, con su presidente, Antoni Abad, a la cabeza. Pero la patronal de las patronales, Foment, sigue de cerca los pasos de Pere Navarro. Entre el líder del PSC y el presidente de Foment, además, se ha establecido una buena relación personal.
En el caso del Cercle d’Economia también se ha producido esa conexión. Aunque lo que se ha establecido, además, es un distanciamiento con CiU y el Govern de la Generalitat. En un acto reciente, el Cercle organizó una conferencia del Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, sin miembros del Govern en el auditorio, y con la única representación, por parte de CiU, del diputado Antoni Fernández Teixidó.
Respecto a Foment, fuentes patronales lamentan la presión desmedida, en muchas ocasiones, del conseller de Presidència, Francesc Homs, la «incomprensible» mano derecha del President Mas.
Críticas de CiU al Cercle
¿Qué ha ocurrido? El empresariado catalán ha sido acusado de conservador, y de querer mantener privilegios, por encima de los supuestos intereses del “pueblo de Catalunya”. Un ex conseller del Govern, asegura que entiende la posición del Cercle, pero que, al mismo tiempo, el lobby empresarial debería “hacer un esfuerzo por democratizar sus estructuras”, y no elegir a sus presidentes por cooptación. CiU ha llegado a boicotear al Cercle.
Todo ello es susceptible de críticas y de debate, pero los empresarios, los que representa Foment o el Cercle, quieren una salida política, una solución al actual bloqueo institucional entre el Govern y el Ejecutivo español, y no ven que Artur Mas sea capaz de aportarla.
No se trata de que ahora hayan visto la luz con Pere Navarro, pero si se ha logrado un gran espacio en común, “en el que prima lo razonable”, según un dirigente socialista.
El espacio político de CiU
El caso que preocupa sobremanera en Foment y en el Cercle es que CiU “parece resignada” a quedar ya relegada por detrás de ERC. Y, aunque ahora las dos fuerzas políticas defiendan un mismo horizonte político para Catalunya, la soberanía o la independencia, recuerdan que la federación nacionalista “representa un espacio político concreto, unas determinadas políticas, una forma de ser”, que el conjunto de Catalunya no se puede permitir el lujo de perder.
En eso, el ex conseller de CiU coincide, tras lamentar que Artur Mas no haya sido capaz de ofrecer una imagen más activa, de conseguir que el Govern “gobierne y gestione”.
¿Es ahora el PSC, curiosamente, el partido de los empresarios? Es la fuerza política, en todo caso, que desea mantener un espacio central, aunque ese espacio esté ahora muy fragmentado o se haya desplazado hacia el soberanismo.
La parálisis de Mas
Comienza el mes de diciembre. Mas no sabe cómo lograr un acuerdo para concretar la fecha y la pregunta de la consulta soberanista. El pleno del día 19 de diciembre será decisivo para ello, y para aprobar los presupuestos de 2014. Pero, aunque se apruebe todo el paquete, consulta y cuentas públicas, con los votos de CiU y ERC, ¿qué pasa después, teniendo en cuenta que el referéndum no se podrá convocar?
En tratar de reorientar la situación está el PSC, y el empresariado catalán, aunque Mas siga en otra cosa. El caso es que en Foment y se verá en el Cercle, Pere Navarro es ahora el dirigente que concita mayores aplausos.