El director de TV3 pierde los papeles por la censura en El cas Rosell
Sanchis, mucho más alterado de lo habitual, niega su responsabilidad por las partes eliminadas: "Las direcciones corporativas son responsables de sus áreas"
La polémica por las acusaciones de «censura» en el documental de El cas Rosell han encendido los ánimos en la comisión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) de este viernes. El director de TV3, Vicent Sanchis, ha perdido los papeles tras las preguntas del diputado del PSC, David Pérez, sobre la polémica pieza: «No estoy alterado, es que soy valenciano».
«¿Es cierto que Víctor Lavagnini (periodista de TV3 y director del documental) le envió un correo donde ponía: He hecho las modificaciones que pedías». En este mismo correo, según el diputado socialista, el director del documental deja claro que Sanchis es «la máxima autoridad editorial y máximo responsable de la parrilla de contenidos». Pérez también se interesa sobre cuatro reuniones donde el responsable de la televisión habría expuesto su disconformidad con el documental.
El parlamentario incluso se interesa por un supuesto encargo a un periodista de TV3, que llamó al abogado de Sandro Rosell preguntándole sobre voces críticas a Andrés Maluenda que defendieran la instrucción, por lo que este les habría remitido a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
Un Sanchis contrariado le pregunta a Pérez sobre si ha leído la respuesta, que «como tiene escrita, la podrá enseñar»: «No tengo nada que ver con la modificación que toquen contenidos con la dirección corporativa de deportes». El director de TV3 también ha disparado contra la prensa: «Estaría bien que esta gente que publica correos a medias publicara también las respuestas».
«No me gusta el documental»
El responsable de la televisión ha contestado con un tono mucho más encendido del habitual: «Yo no he tenido reuniones con periodistas para decir que no me gusta el documental». Sanchis ha hecho hincapié en sus declaraciones donde directamente no lo hubiera emitido porque la pieza informativa no daba a Roures la posibilidad de defenderse.
«Por lo que veo, usted ha tenido mucho que ver en todo este tema. Y como usted tiene mucho que ver ha mentido en sede parlamentaria«, le ha respondido Pérez. El diputado socialista le pide que «afronte» su responsabilidad y tras recordarle que Lavagnini se negó a firmar la pieza le ha preguntado «¿Cuándo piensa dimitir?».
«Yo no sé por qué no me ha hecho esta pregunta al principio, lo que yo le digo no le importa», le ha recriminado un Sanchis visiblemente alterado. El director de la televisión pública le ha respondido que «ya está bien» de malinterpretar y tergiversar los problemas de los otros»: «Las direcciones corporativas son responsables de su áreas, se lo vuelvo a repetir».
Periodistas y censura
El diputado socialista ha tenido que pedirle al diputado que «no se altere» y que dejara «de hacer caras»: «Sin tan malo era como usted dice, por qué permitió que se emitiera un programa que estaba recortado, afeitado y censurado». «No lo digo yo, lo dicen los periodistas. Criterio periodístico».
Sanchis le recomienda que reconozca a los periodistas del Consejo Profesional de TV3: «No sé qué periodistas hablan de censura o cuáles hablan de manipulación». El organismo interno de la televisión estuvo días «hablando con las partes» y determinó que «no había censura». Además, le ha afeado a Pérez que se haya dedicado a citar a profesionales en general si hacer una cita más concreta.
Pese a que el Consejo Profesional de TV3 rechazó la acusación de censura, sí que lo hizo el Comité de Empresa cuando se desató la polémica a través de un comunicado: «Entendemos las razones profesionales del compañero para no firmar y creemos desafortunado, se le quiera llamar censura o no, eliminar del programa hechos innegables».
Pérez incluso ha llegado a citar fragmentos de la tesis doctoral de Sanchis donde hablaba de la censura en el franquismo cuando no era implícita: «Por detrás había otra, que no se veía. Solo la conocen las que lo sufrían, los publicadores y observadores». El director le responde irónicamente al asegurarle que le «regalará esta tesis porque creo que es bonita» y ya más calmado justifica sus salidas de tono como «vehemencia».
Un caso polémico
De hecho, este caso se ha llevado por delante al hasta ahora jefe de deportes Christian García. La renuncia se conoció a través de un comunicado de la CCMA en pasado lunes, donde el periodista dimitió –y será efectivo a partir del 1 de julio– «por motivos personales», días después de ser acusado por Sanchis como responsable de eliminar los fragmentos.
El programa de El cas Rosell levantó una inmensa polémica. La televisión retiró del documental que la filial norteamericana de la productora Imagina-Mediapro, propiedad de Jaume Roures, pagó una multa de 24 millones de dólares al admitir su culpa en el soborno a dos directivos de la FIFA para obtener derechos televisivos de competiciones y que se conoció como Fifagate.
Otro dato que la televisión pública recortó fue que la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela archivó el procedimiento contra cuatro directivos de Imagina-Mediapro en la causa de Rosell. El director del documental, Víctor Lavagnini, pidió que se retirara su firma de la edición final acogiéndose a la clausula de conciencia.