El deshielo según Torra: gestos y envío de secretarios generales a Madrid
Torra tampoco envía a sus consellers a las multilaterales de Deportes e Interior, pero sí a los números dos de los respectivos departamentos
Ya son tres los plantes de sendos consellers de la Generalitat al ejecutivo de Pedro Sánchez en menos de una semana. Tras el vicepresidente y titular de Economía, Pere Aragonès, que el jueves no asistió a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), este lunes fue la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, la que no acudió a la Conferencia Sectorial de Deporte, y este martes es el conseller de Interior, Miquel Buch, quien no asistirá al Consejo de Política de Seguridad.
Claro que, a diferencia de lo que pasó con el CPFF, al que no acudió nadie en nombre del gobierno de Quim Torra, en estas dos ocasiones, la Generalitat sí ha enviado a sendos representantes. A la Conferencia Sectorial de Deporte, un cónclave multilateral de nueva creación al que estaban convocados todos los consejeros autonómicos responsables del área, en lugar de Artadi, que es de quién cuelga la política deportiva del gobierno catalán, asistió su secretario general del Deporte, Gerard Figueras.
Y, por lo que respecta al Consejo de Política de Seguridad, el primero convocado por el ejecutivo central desde la llegada a la Moncloa de Sánchez, será el número dos de Buch, el secretario general de Interior, Brauli Duart.
Solo citas bilaterales
La Generalitat ya anunció que los miembros del gobierno catalán solo asistirían a reuniones bilaterales con representantes del ejecutivo central. La dinámica, por lo que se refiere a los encuentros multilaterales, es decir, a las citas del Gobierno con el conjunto de ejecutivos autonómicos, será a partir de ahora la seguida en estos dos últimos encuentros: seguir sin enviar a los consellers a las reuniones multilaterales, pero sí a alguien en su lugar.
Así al menos lo apuntó Artadi tras la primera reunión mantenida entre Torra y la nueva Delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, nuevo episodio para seguir escenificando el llamado «deshielo» entre la Generalitat y la Moncloa que venden ambos ejecutivos. Al fin y al cabo, el antecesor de Cunillera, Enric Millo, explicó que Torra había llegado a negarle el saludo.
Torra pide una junta de seguridad urgente
Cunillera, de hecho, le pidió a Torra que se replanteara la negativa a enviar consellers a los encuentros multilaterales, pero el president no está por la labor. «Para mí, esas reuniones son un conjunto de bilaterales, porque además de con los representantes de la administración central, «se puede hablar con más gente, con representantes de otros gobiernos autonómicos, y tejer complicidades. A mí, como catalana, me habría gustado que mi conseller hubiera estado en el CPFF», arguyó la delegada.
A la vez que envía solo al número dos de Interior a la multilateral de Seguridad, como avanzó El Món y confirmaron fuentes del departamento, Torra ha solicitado a Sánchez, vía Cunillera, que dijo que trasladaría la petición, una reunión urgente de la Junta de Seguridad de Cataluña, que no se reúne desde el año pasado.
La reunión sirvió para constatar, por enésima vez, la imposibilidad de un entendimiento respecto del meollo de la pugna: el derecho de autodeterminación
Tres razones son las esgrimidas por Artadi para la urgencia: el mantenimiento del nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista en Cataluña, la proliferación de «ataques fascistas» en Cataluña y el incumplimiento a fecha de hoy, dice la Generalitat, de la mayoría de acuerdos alcanzados en aquella Junta de Seguridad de hace un año, la primera que se celebraba desde 2012.
Aviso a Sánchez
Por lo demás, la reunión entre Torra y Cunillera, más allá de la cortesía, la buena disposición al diálogo y los gestos de buena voluntad, incluído el regalo, por parte de la delegada, de una caja de melocotones de Lleida, sirvió para constatar, por enésima vez, la imposibilidad de un entendimiento respecto del meollo de la pugna: el derecho de autodeterminación. «No está reconocido en la constitución de ningún país democrático», insistía Cunillera. «Nos sorprende esa línea de razonamiento, porque se está negando la existencia del derecho internacional», replicaba Artadi.
El panorama no es halagüeño en ese sentido. Menos después de que, tras el cónclave del fin de semana en que el Pdecat se ha puigdemontizado parece que definitivamente, la formación haya advertido que Sánchez tendrá más difícil conseguir su apoyo en el Congreso, donde los votos de la formación neoconvergente fueron claves para aprobar la moción de censura. Cunillera le quita hierro al aviso. «Estoy convencida de que seguirán actuando con responsabilidad», dice.