El coronavirus y la inacción política hacen estragos en el Mobile
La Generalitat, incapaz de organizar una comisión de crisis con el Gobierno, cita al cuerpo consular en Barcelona después de nueve bajas en el MWC
Gobierno y Generalitat pondrán en marcha este mes de febrero una mesa de diálogo para abordar el llamado «conflicto» catalán. También reunirán en breve la comisión bilateral Generalitat-Estado para abordar traspasos competenciales y temas semejantes. No tienen, en cambio, ninguna previsión de convocar algo parecido a un gabinete de crisis para dar respuesta institucional a las contundentes bajas que está sufriendo el Mobile World Congress (MWC) a cuenta del coronavirus. Y eso a pesar de que el MWC es el evento de mayor económico cada año para la ciudad de Barcelona.
El gobierno de Quim Torra ya conocía este lunes por la mañana las bajas de LG, Ericsson, Nvidia, Amazon y Sony. Casi nada. Pero todos sus mensajes se centraron en llamar a la calma y en garantizar que el Mobile se va a celebrar (del 24 al 27 de febrero) siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Pero estas palabras no evitaron que el goteo de bajas continuara. Los siguientes en tirar la toalla fueron NTT Docomo —el mayor operador de telefonía móvil de Japón—, los fabricantes de teléfonos chinos Umidigi y Gigaset y el alemán Gigaset, y la empresa de software y servicios estadounidense Amdocs.
Por dar un dato de lo que significan estas renuncias: debían ocupar el 10% de la superficie expositiva del Mobile, que ahora queda desierta, sobre todo debido al impacto que supone la baja de Ericsson (una de las que más apuesta por el MWC junto a Huawei). Y por dar otro aún más elocuente: el Gremio de Hoteles de Barcelona manifestó su «preocupación» por las cancelaciones que están sufriendo y únicamente expresó «su plena confianza con la GSMA”, organizadora del evento.
Las medidas de la Generalitat
Tras encajar todas estas bajas, la Generalitat se decidió a organizar una reunión con representantes del cuerpo consular acreditado en Barcelona con el fin de explicar los protocolos que se están siguiendo para contener la propagación del coronavirus (más de 900 muertos). Será este martes al mediodía y tendrá lugar en la conselleria de Salud.
La consellera de Salud, Alba Vergès, destacó sus contactos con la GSMA, aunque no parecieron los propios de una crisis de gran envergadura. Sus medidas se centran en incrementar en el MWC la visibilidad de los puntos sanitarios, en controlar la desinfección de los servicios de restauración y en distribuir “preparados con alcohol” —es decir, en repartir toallitas húmedas para lavarse las manos—.
La consejería de Salud subrayó que el sistema de salud de Cataluña «está preparado para detectar y tratar el coronavirus”, pero el sindicato Metges de Catalunya colocó al departamento en una situación embarazosa porque, según una encuesta interna, el 55% de los facultativos sostiene que los centros sanitarios no se han reforzado para afrontar la epidemia de gripe. De todo ello hay que entender que los ambulatorios y hospitales catalanes están preparados para el coronavirus, pero no para la gripe común.
De la Generalitat al Gobierno
La confusión institucional a falta de dos semanas para la gran cita tecnológica es notable, puesto que ni la consejería de Salud ni el ministerio de Sanidad, encabezado por el catalán Salvador Illa, se han pronunciado sobre el anuncio de GSMA de impedir el acceso al Mobile a todos aquellos ciudadanos que hayan estado en China en los últimos 14 días.
España no les cerrará la frontera, pero el Mobile amenaza con prohibirles su paso por los torniquetes de acceso. No obstante, GSMA tampoco aclaró quién se encargaría del control y, en caso necesario, de vetar la entrada.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, tampoco aclaró grandes iniciativas. Se sumó a los llamamientos a la calma y aseguró que las autoridades y los organizadores han tomado las medidas de seguridad «necesarias».