El coronavirus arruina a un tercio de los españoles
La crisis del coronavirus ha provocado que el 36% de los españoles gastara todos sus ahorros en un mes de encierro para poder sobrevivir
Un 84% de la población considera probable que haya un rebrote de coronavirus, mientras que el 76% estima que el retorno a la vida normal tardará entre seis meses y un año. La Covid-19 no solo ha dejado un número importante de muertes en todo el planeta, sino que también ha hecho entrar en estado de shock y de pobreza a una gran parte la ciudadanía de muchos países. En España, más de un tercio de la población asegura haberse arruinado.
Un macroestudio realizado en tres países —España, Italia y Reino Unido— por Open Evidence muestra el estado anímico y económico en que ha quedado la población tras el efecto devastador del virus.
Entre sus conclusiones, se determina que el 36% de los españoles tuvo que echar mano de todos sus ahorros durante el primer mes de confinamiento. Y es que muchos trabajadores se quedaron sin trabajo —ya sea de manera permanente o temporal— pero tenían que seguir pagando sus facturas.
Por ello, los españoles cada vez más necesitan recurrir a los bancos de alimentos para poder obtener un sustento vital. De hecho, el Banco de Alimentos de Barcelona ha superado el máximo histórico que registró durante la crisis económica de 2008 —según han alertado este viernes sus responsables—. Mientras a principios de marzo se subministraban alimentos a 114.000 personas, ahora proporcionan comida a cerca de 160.000 necesitados.
Además, muchas de las familias todavía no se habían podido recuperar de la crisis del 2008 y ahora tienen que afrontar una situación con todavía más incertidumbre, según señala uno de los autores del estudio, Francisco Lupiáñez, a La Vanguardia.
«El miedo nos lleva a cometer errores»
Con más de 1.000 encuestas en cada país, el estado de shock colectivo sale a la luz. El 93% de la población espera una depresión económica, mientras que el 63% considera que el año que viene será peor que el actual y que seguirán las restricciones a los derechos y libertades de las personas.
La salud mental es algo invisible pero esencial, y preocupa en el momento que el 65% de la ciudadanía dice haberse sentido deprimido en algún momento. Y esto es algo que podría afectar en las decisiones a futuro.
Los más afectados mentalmente están relacionados con un golpe económico mayor, como los que deben cohabitar en un piso pequeño o aquellos han perdido el trabajo. Estas expectativas negativas se deberán tratar de cambiar para evitar efectos colaterales como una bajada en el consumo, el ahorro o las actividades económicas. Para ello, son necesarios los mensajes de confianza por parte de los poderes públicos.
El estudio añade que “hay un efecto corrosivo de la incertidumbre. El miedo se ha instalado y a nivel individual socava nuestra capacidad de entendimiento y nos lleva a cometer errores”.