El cordón sanitario del PSOE a Vox debilita la campaña de Ayuso
En el PP aseguran que no van a cambiar su estrategia y seguirán reivindicando la gestión de Ayuso "frente a los que pretenden sembrar miedo".
Las amenazas a los dirigentes políticos toman un triste protagonismo en campaña y la izquierda arremete directamente contra la «amenaza extremista» de Vox por banalizar dichos actos, pese a condenar la violencia.
El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, abrió este domingo el ‘fuego’ proponiendo aislar a la formación de Santiago Abascal para que ningún partido forme con ellos gobierno.
Una estrategia «deliberada», comentan desde el PP, contra su candidata, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los populares temen que este giro de la izquierda debilite su estrategia y, por ende, la campaña.
«Nos vamos a levantar y a decir basta. Vox representa una amenaza para la democracia española», dijo el presidente. «Pido el voto por una razón más poderosa, pido el voto para que frenemos todos la amenaza extremista que representa la ultraderecha, defendamos nuestra democracia, no los votos», señaló Pedro Sánchez, quien este domingo reapareció junto a Gabilondo en un acto de campaña ante el repunte en votos que han sufrido los socialistas estos últimos días, según cuentan desde Ferraz.
La estrategia de la izquierda gira claramente en acorralar a la candidata popular, al frente en las encuestas, para que diga si pactaría con Vox para formar gobierno.
La vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, entró este lunes desde el plató de La Sexta en campaña para dirigirse hacia Ayuso. «Ahora están secuestrados» por una formación que «vulnera los derechos humanos» -en referencia a Vox- y carecen de «programa de gobierno», aseguró.
La izquierda se vuelca para identificar a Ayuso con Vox. «El 4 de mayo se vota entre fascismo y democracia», señala Pablo Iglesias dando la vuelta al «comunismo o libertad» que proclama la candidata del PP.
El PP teme un vuelco en la campaña
Los conservadores basan su estrategia en arriesgar lo mínimo, por eso Ayuso tan solo ha participado en un debate electora, como adelantó ED, y ahora temen que el efecto movilizador sobre la izquierda traiga consigo la caída de Vox.
En un acto este fin de semana junto a Pablo Casado, Ayuso señaló «No os distraigáis. No estamos para estos circos. Tenemos que hablar de lo que sí pasa, no de lo que no pasa. No puede ser que se fabriquen problemas inexistentes para tapar lo importante».
Por su parte, el líder del PP acusó a la izquierda de sembrar el «miedo», algo que resulta «patético», y concluyó: «Nosotros a lo nuestro. Nos pagan un sueldo para servir a los españoles, no para pelearnos, no para gritarnos, no para molestar a quien piensa distinto».
Los populares insisten en que la izquierda se vale de las amenazas aparecidas estos días contra Iglesias, Marlaska, María Gámez y este lunes contra la ministra Reyes Maroto, para «demonizar a Vox y al PP». Fuentes del PP desvelan a ED que el llamamiento de la izquierda, a frenar a la «ultraderecha», «sí podría influir en la abstención», insisten.
Sin embargo y desde el primer momento, los populares han querido dar la cara en campaña. El portavoz del PP, José Luis Martínez Almeida, respondió este lunes a la petición del cordón sanitario de los socialistas: «Soy alcalde con un pacto de investidura con Vox y no ha pasado nada. Que no se asusten. Esto no es fascismo o democracia, es ‘sanchismo’ o Madrid«.
Almeida preguntó a los socialistas sobre su «parámetro moral» para «marcar a los demás las líneas de los pactos», cuando los socialistas son «socios de Bildu y Podemos».
Desde el PP aseguran que no van a alterar su estrategia: «Nosotros a lo nuestro». Las fuentes consultadas insisten en que «todavía queda mucha campaña y Ayuso tira mucho». Desde el PP recalcan que «Ayuso quiere un gobierno en solitario» para distanciarse de Vox y con las encuestas a pocos votos de conseguirlo, según reflejaban este lunes.
«Seguiremos poniendo en valor el trabajo de Ayuso al frente de uno de los momentos más complicados para Madrid, como ha sido la pandemia», señalan para centrarse en la gestión.
Cs respalda a Ayuso
«Yo no soy en absoluto partidario de cordones sanitarios», señaló el candidato de Cs, Edmundo Bal.
Bal para quien sería un «disparate» ilegalizar Vox, dijo que si en el año 1978 «hubiera habido cordones sanitarios no tendríamos la Constitución Española, que tanto progreso económico, social y jurídico nos ha dado a este país». Al mismo tiempo, recordó que «personas tan diferentes como Manuel Fraga y Santiago Carrillo se pusieron de acuerdo para poder aprobar la Constitución Española y darnos derechos y libertades a todos los ciudadanos después de 40 años de dictadura».
La formación naranja busca sustituir a Vox y seguir siendo el socio principal de Ayuso, cuando todas las encuestas les dejan fuera de la Asamblea de Madrid al no obtener el 5% de los votos requeridos. Bal insiste en que «vamos a sacar representación».
Los expertos consultados señalan a ED que la deriva de la campaña afecta negativamente a la formación de Inés Arrimadas. A Cs no le interesa que la gente vaya en masa a votar porque eso significa que el voto estará muy polarizado y entonces sí que podrían quedarse sin opciones a entrar en el parlamento regional, explican.