El conseller de Interior se reúne con los Mossos para aplacar las críticas tras los altercados

Las críticas de varios sectores del independentismo contra la actuación de los Mossos d’Esquadra durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél han provocado un fuerte enfado entre los agentes, que se reúnen este mediodía con el conseller de Interior, Miguel Sámper, para mostrar su hartazgo por las presiones políticas.

El máximo responsable de la policía catalana recibe a todos los sindicatos del cuerpo que llevan varios días advirtiendo de la falta de apoyo de la Generalitat a la institución después de cinco días consecutivos de disturbios violentos, que se han saldado con decenas de detenciones y de heridos en toda la comunidad.

Los ataques directos de los manifestantes contra la comisaría de Vic y la falta de una respuesta contundente de toda la clase política para condenar los altercados han colmado la paciencia de los Mossos, que han pedido esta cita de “extrema urgencia” con Sàmper para buscar una respuesta institucional que les proteja.

Sobre la mesa, estarán algunas de las reclamaciones más recientes de los agentes que, además de un apoyo decidido de la Generalitat, también insisten en la necesidad de reforzar el material de protección de los agentes para las manifestaciones, con la compra de escudos o de protecciones corporales.

“Estamos ya en el límite asumible de poder garantizar esta paz”, han admitido las organizaciones sindicales de la policía catalana que han advertido de la fuerte “crispación” que rodea al cuerpo, después de las críticas recibidas a lo largo de la semana.

No será el único asunto delicado que deberán abordar las dos partes. La lesión de una manifestante que perdió un ojo como consecuencia del impacto de una bala de foam por parte de los Mossos durante una de las protestas de los últimos días ha reabierto el debate sobre los límites del uso de la violencia en las actuaciones policiales.

La CUP y Junts colocan a los Mossos en el punto de mira

Los Mossos d’Esquadra buscarán una respuesta a favor del conseller después de que varios sectores del independentismo hayan colocado a los agentes en el ojo de mira, en plenas negociaciones para formar un nuevo gobierno en Cataluña.

Tras las primeras actuaciones policiales por el encarcelamiento de Pablo Hasél, la CUP ya advirtió que la reforma en los protocolos de actuación de los agentes ante estas situaciones eran una línea roja imprescindible para poder brindar su apoyo para formar la nueva Generalitat.

La formación de Dolors Sabater exigió la dimisión de Miquel Sàmper y pidió el fin de la “represión” en las calles para poder facilitar su apoyo que se ha convertido en fundamental, tras haber logrado 9 escaños en el Parlament.

También Junts per Catalunya ha cargado duramente contra los Mossos en un conflicto con una fuerte carga política por el papel que ha jugado la Justicia del Estado. La formación ha puesto sobre la diana los “errores cometidos por algunos agentes”, justo cuando negocia con Esquerra la fórmula para mantener un gobierno de corte independentista.

A pesar de que la formación de Laura Borràs todavía lidera en funciones la Conselleria de Interior, un hipotético acuerdo de gobierno con Esquerra dejaría esa cartera en manos de los republicanos que han obtenido más votos y escaños en los comicios.

Este cisma político ha provocado el hartazgo definitivo del cuerpo que se siente perjudicado por las posiciones de las formaciones en su negociación para formar gobierno. “Estamos en el punto de mira de los políticos”, advirtió el secretario del Sindicato de Mandos de los Mossos d’Esquadra, Jordi Silva, en la segunda jornada de disturbios.