El Cercle d’Economia pide que el sector privado se comprometa más con la inversión en infraestructuras
El grupo de reflexión de la institución converge en una lista de nueve puntos para conseguir priorizar con “criterios objetivos” y en un “debate público y transparente” las inversiones necesarias en este ámbito
El observatorio de infraestructuras y medio ambiente del Cercle d’Economia ha hecho público un decálogo (en verdad son nueve puntos) que servirán como punto de partida de un proceso de reflexión para Una política de infraestructuras eficiente y posible, tal como se denomina el documento. En este, piden avanzar en los “mecanismos de colaboración público/privada”. Un requisito que tiene como punto de partida “la falta de liquidez que se mantendrá en tiempos futuros”, ha explicado uno de los coordinadores del proyecto, Àngel Simón (presidente de Agbar), en la presentación que ha tenido lugar este lunes.
Por el momento, la institución ha establecido las líneas básicas del debate, que se irá concretando en dos sesiones que aún no tienen fecha y contarán con la presencia del conseller de Territorio y Medio Ambiente, Lluís Recoder. Simón ha dejado claro que en el Cercle “no se ha debatido sobre qué obras son prioritarias, este es un ejercicio que corresponde al Govern democrático”. Eso sí, reclaman que se llegue a hacer una lista de las inversiones que se deben abordar en primer lugar basadas “en criterios objetivos y valores económicos que la gente pueda discutir, como la relación entre coste y beneficio”, en palabras de Pilar de Torres (presidenta de Ifercat), también coordinadora del observatorio.
En este sentido buscan más transparencia en todos los procesos de planeamiento urbanístico con un rol más activo de la sociedad civil. Así, destacan la necesidad de que tengan a su disposición variables como “los presupuestos, la financiación o el uso que se le va a dar”, ha añadido De Torres. Un proceso de diálogo social que desde la institución aseguran que evitará que algunas infraestructuras estén enrocadas (como el famoso Quart Cinturó que ahora el Govern de Mas quiere impulsar y lleva más de 20 años en el tintero). “La fragmentación administrativa para tomar decisiones en este sentido es demasiado alta”, ha criticado Simón en este punto, otra de las flaquezas que la organización pone encima de la mesa.
Consciencia del usuario
El proceso de reflexión también pasa por reorganizar “un sistema en que los usuarios sean conscientes del precio de lo que están usando, que paguen como mínimo una parte de la infraestructura como pasa con la compra del billete del metro”, ha certificado De Torres. Sea vía peaje en la sombra o de forma evidente, “que el Govern decida”.
“En época de crisis no se deben parar estas inversiones, son básicas para hacer competitivo un territorio”, ha destacado Simón. Con todo, el coordinador del documento ha valorado que en Catalunya “no hay un problema con el modelo de infraestructuras del país, sino de método”. Un objetivo que se puede lograr “con mucho más consenso que el modelo de país”.