El boom de popularidad de Yolanda Díaz genera resistencias en Podemos
La gallega no ha dado el paso para presentarse por Podemos mientras gana enteros en todo el espectro de la izquierda, según el CIS. En Podemos existe desconfianza
Cuando el río suena, agua lleva y cuando la figura de Yolanda Díaz gana enteros, más allá del área económica, es que puede tener opciones más allá de conformarse con liderar Unidas Podemos.
La gallega no da el paso a presentarse como candidata a las próximas generales por Unidas Podemos y eso genera desconfianza entre algunos sectores de la formación.
En su cabeza existe la idea de ensanchar el partido, mientras algunos dirigentes morados piensan que eso podría diluir lo que ha sido el Podemos de Pablo Iglesias a convertirse en una mera confluencia.
Dirigentes de la cuerda de Iglesias piensan que no hay que perder poder a la vez que estudian la manera de liderar ese espacio con una figura de impacto y eso, saben que en estos momentos solo lo puede hacer Yolanda Díaz. «La única opción válida de cara a las próximas generales», señalan a ED sus defensores.
Entre sus detractores se encuentra el sector más clásico de Unidas Podemos ligado a Pablo Iglesias, Ione Belarra e Irene Montero. De hecho, el último gesto de no mantener en el puesto a Juanma Del Olmo, el jefe de gabinete de Iglesias en Moncloa, ha molestado a más de uno.
La crítica más habitual en este sector es que Díaz parece del PSOE. En su forma de trabajar e, incluso, de negociar. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, está encantado con el estilo que ella misma impuso a los suyos: «Los trapos sucios se lavan en casa».
La línea contraria a Iglesias ya ha funcionado en varias ocasiones a los socialistas, con el consiguiente enfado de algunos dirigentes morados, que advierten que están perdiendo discurso, imagen y voz desde que están en el Gobierno.
Díaz sigue ganando enteros
Sin embargo, Díaz sigue ganando enteros y ya destaca entre los políticos mejor valorados que podría atraer a todo el espectro de la izquierda, según el CIS de José Félix Tezanos.
Así y entre los líderes de los principales partidos, Díaz es la más valorada en el barómetro del CIS con una media de 4,7 puntos. Aventaja así al presidente del Gobierno en cuatro décimas y al líder de la oposición en 1,3 puntos.
Según ha podido saber Economía Digital, en el PSOE también la miran con recelo porque, verdaderamente, es la única dirigente de Unidas Podemos que podría hacer sombra al partido de Pedro Sánchez. Muchos dirigentes socialistas se sienten encantados señalando que «es de trato fácil» o «la antítesis de Pablo Iglesias».
Este perfil que arrojan las encuestas es lo que la izquierda lleva tiempo buscando para agrupar mediante una confederación u otro tipo de fórmula a todos los partidos de cara a las próximas elecciones. Un proyecto que gire sobre un discurso renovado, «sin etiquetas», señalan.
De ahí que las distintas confluencias estén animando a Díaz y colaborando con ella para no perder su propia esencia. Es el caso de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y los Comunes.
Su proyecto consiste en refundirse en septiembre para ganar más poder y autonomía, algo impensable en la ‘era Pablo Iglesias’, cuyo personalismo dominaba el partido. Son dos caras de una misma moneda y aquí es donde se encuentra la tensión entre los sectores del partido.
Sus discursos tampoco han pasado desapercibidos entre sus compañeros, que ya la comparan con algún dirigente del PSOE. La semana pasada, la vicepresidenta segunda se negó a decir que el gobierno de Cuba es una dictadura. Díaz vinculó el castrismo a las protestas por el respecto a los «derechos humanos» ofendiendo a algunos compañeros del PCE, partido al que sigue afiliada.
El criterio dispar entre Díaz y Belarra también se pudo ver con la remodelación del Gobierno. Mientras Belarra cerró la puerta a realizar cambios en la cuota morada que conforma el Ejecutivo, Díaz mantuvo esa posibilidad de cambio en los medios de comunicación.
Varios dirigentes salieron a cerrar filas con la secretaria general de Podemos desautorizando a la vicepresidenta segunda. En privado, fuentes del partido desvelan que la relación de Díaz con el partido tampoco es «idílica» porque la gallega no dice, en muchas ocasiones, las cosas claras. Y otras veces, sus compañeros se tienen que enterar por entrevistas en prensa sobre lo que piensa de determinados asuntos de actualidad.
La gallega está más que dispuesta a abrir las puertas de Unidas Podemos a todo tipo de confluencias de izquierda para sumar juntos y evitar así el batacazo en las próximas elecciones, mientras que otros ya excluyen, de primeras, al partido de Errejón y siguen desconfiando de Díaz hasta que no explique su proyecto y aclare si será, la próxima presidenta del Gobierno con Podemos, tal y como anunció Iglesias.