El avance de la vacunación mantiene a raya la mortalidad en la cuarta ola
España reduce la tasa de mortalidad hasta el 1,9% a pesar del incremento de la incidencia acumulada que está en cifras cercanas a otras grandes oleadas
La quinta oleada de contagios ha devuelto a España a cifras de casos positivos equivalentes a los momentos más críticos de la pandemia, sin embargo el impacto de la campaña de vacunación sobre la población ha provocado que sus efectos sean bien distintos. La protección de los colectivos más mayores ha reducido considerablemente las tasas de mortalidad.
A pesar de la explosión de los contagios entre los colectivos más jóvenes, la tasa de mortalidad de la Covid-19 se ha reducido esta semana hasta el 1,9% gracias a la inmunización de la población. España llegó a ocupar el segundo puesto mundial en fallecidos por habitante, pero ahora ya se encuentra por debajo de los 20 estados más golpeados del planeta.
Detrás de este efecto se encuentra el impulso que ha recibido la vacunación en los últimos meses gracias a la llegada masiva de suministros, especialmente de la farmacéutica Pfizer. España ya ha inoculado la pauta completa a casi 25,4 millones de ciudadanos, lo que supone un 53,5% de la población.
La protección no ha impedido que los contagios se disparen hasta alcanzar una incidencia acumulada de 677 casos positivos por cada 100.000 habitantes, casi tres veces el umbral de riesgo extremo establecido por el Ministerio de Sanidad. También crecen progresivamente los ingresos en los hospitales pero los datos de fallecidos siguen lejos de los récords de anteriores oleadas.
En la tercera oleada se superaron los 400 fallecidos diarios
Si lo comparamos con la última gran fase de rebrotes, observamos una notable diferencia. En la tercera semana de enero, hace justo medio año, la incidencia superaba los 800 contagios por cada 100.000 habitantes. Durante esos días se contabilizaron 2.127 fallecidos. Es decir, más de 400 muertos al día.
Entonces solo se había protegido con la pauta completa a 2.315 personas durante la primera fase de la campaña de vacunación que se centró en las residencias de personas de la tercera edad. La escasez de suministros provocó que la protección se limitara al 0,005% de la población.
Ahora el escenario es muy diferente. En la última semana se han contabilizado un total de 125 muertes en toda España, lo que arroja una media de más de 17 al día. La curva parece estabilizarse aunque el incremento de la presión hospitalaria obliga a ser cautelosos porque continúa el goteo de pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El 83% de los nuevos infectados no se han vacunado todavía
Un ejemplo sobre el impacto de la vacunación se encuentra en el perfil de los nuevos infectados. Apenas un 5,5% de los contagios en España ha recibido las dos vacunas contra el coronavirus, mientras que el 83% no ha tenido aún acceso a las inyecciones, fundamentalmente colectivos jóvenes.
De ahí, que el reto siga puesto en extender la inmunidad entre el resto de sectores demográficos. Únicamente el 26,8% de las personas de entre 30 y 39 años en España ha recibido ya la pauta completa de inmunización. Un dato que se reduce al 14,2% para los veinteañeros.
Algunas comunidades han iniciado ya las vacunaciones entre los adolescentes, mientras que las autoridades sanitarias debaten cuándo es el mejor momento para iniciar los pinchazos en los niños mayores de 12 años. Baleares ya les quiere incorporar a la campaña.