El 26% de los enfermos covid tardan hasta ocho meses en recuperarse
Un nuevo estudio advierte que más de un cuarto de los pacientes con coronavirus sigue sufriendo la enfermedad más de medio año después. La fatiga es el principal síntoma
Los contagios de coronavirus se disparan en España. Algunos son asintomáticos y pasarán la enfermedad sin problema, esperando a las dos semanas para obtener una PCR negativa. En cambio, otros la sufrirán durante más de medio año.
La covid de larga duración se ha convertido en la nueva amenaza para los infectados y en objeto de estudio de numerosas investigaciones. La última de ellas, publicada en la revista Plos One, concluye que el 26% de los pacientes sufre los síntomas entre los seis y ocho meses posteriores.
Un equipo de la Universidad de Zúrich, liderado por Milo Puhan, ha llevado a cabo un estudio entre 431 personas que pasaron la enfermedad entre febrero y agosto de 2020, durante la primera ola. De todos ellos, el 55% sufría fatiga, el 25% problemas para respirar y el 26% presentaba síntomas de depresión.
Además, el 40% tuvo que ir al médico una vez superada la enfermedad debido al malestar ocasionado por los síntomas persistentes.
Los participantes en este estudio rellenaron un formulario sobre el estado de su salud aproximadamente siete meses después de la infección. La mayoría de ellos fueron sintomáticos -un 89%- y hasta un 19% fue hospitalizado.
Perfil del paciente long covid: mujeres que fueron ingresadas
Por otro lado, el equipo de Puhan ha señalado que son más susceptibles a sufrir el coronavirus persistente las mujeres, según las pruebas realizadas, y los pacientes que fueron ingresados al inicio de la enfermedad.
Los sistemas de salud pública se centraron, en un inicio, en reducir los casos graves de la enfermedad. Sin embargo, numerosas investigaciones que salen ahora a la luz, después de 17 meses de pandemia, han demostrado que la única amenaza no es sufrir una covid aguda, sino que la infección también puede tener consecuencias a largo plazo para la salud física y mental.
Por ello, los investigadores que han llevado a cabo este estudio han insistido en la necesidad de adaptar los servicios sanitarios a las personas que padecen covid de larga duración.
Otras investigaciones
Investigaciones anteriores también han evidenciado la posibilidad de sufrir long covid. La semana pasada la revista Annals of Internal Medicine publicólos hallazgos de una investigación llevaba a cabo en hospitales universitarios de Ginebra entre el 18 de marzo y el 15 de mayo de 2020 a través del programa CoviCare.
Las conclusiones demostraron que hasta un 39% de los contagiados por coronavirus seguía con síntomas hasta siete y nueve meses después de superar la enfermedad. Y en concreto, los investigadores alertan que este problema es común entre personas jóvenes y normalmente sanas.
Otro estudio preliminar del King’s College de Londres publicado en octubre estimó que uno de cada 20 positivos de coronavirus padece la enfermedad durante al menos ocho semanas.
Una de las científicas de este proyecto, Claire Steves, aseguró a la BBC, que no existían vínculos entre condiciones previas y el hecho de padecer covid de larga duración. Tan solo habló de una que sí es probable que alargue las dolencias covid, y es el sobrepeso.
Por otro lado, un prueba llevada a cabo en Noruega llegó a determinar que el coronavirus persistente estaba presente en el 50% de los adultos de hasta 30 años hasta seis meses después. En este caso, el 30% de ellos experimentó fatiga. No obstante, este estudio demostró que esta enfermedad no se alargaba en los menores de 16 años.
¿Qué hacer con la Covid-19 persistente?
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) preparó un protocolo de atención básica para los afectados por esta secuela para mejorar la atención médica a la persona con síntomas de larga duración.
El objetivo pasa por dar a los profesionales de una herramienta, el Kit de atención básica al paciente persistente, que recopila los elementos diagnósticos y de seguimiento.
Según un comunicado de la SEMG, se ha incluido un apartado para asistencia con otras especialidades hospitalarias, en la que atención primaria es el eje vertebrador, en campos como la prevención, la rehabilitación respiratoria y muscular, así como en nutrición y signos de alarma.