El 16% de los españoles ha sufrido ataques de pánico o ansiedad durante la pandemia
Uno de cada tres españoles ha llorado durante la pandemia y la mayoría siente desesperanza con respecto al futuro, según una encuesta del CIS
La mayor emergencia del siglo XXI pasa factura también en la salud mental de los españoles. Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 15,8% de los ciudadanos ha tenido al menos un ataque de pánico o ansiedad desde que comenzó la pandemia del coronavirus, entre otros padecimientos derivados de estas draconianas circunstancias.
El primer estudio del CIS sobre la salud mental de los españoles durante la pandemia de Covid-19, realizado a partir de más de 3.000 encuestas en toda España, es una fotografía del daño psicológico que han causado no solo el miedo al virus sino también las drásticas restricciones que se han puesto en marcha para frenar su avance desde hace casi un año.
De ese casi 16% de españoles que admiten haber sufrido ataques de ansiedad durante los últimos 12 meses, el 71,7% ha acusado preocupación ante la posibilidad de que esos ataques pudiesen tener consecuencias negativas sobre su salud, y el 66,1% ha temido tener que volver a pasar por ese túnel desgarrador de la salud mental.
Ansiedad y depresión
Más allá de tener ataques de pánico, cuando éstos se dan las consecuencias son literalmente desoladoras. El 66,7% de quienes han tenido uno o más ataques de ansiedad o pánico en el último año ha cambiado sus hábitos; por ejemplo, han evitado ir a ciertos sitios o hacer algunas cosas solo con el fin de no tener que volver a sufrir un episodio semejante.
Con o sin ataques, uno de cada tres entrevistados dice haber sentido ansiedad o miedo «algunas veces» desde el principio de la pandemia; el 37,2% se ha sentido muy triste o deprimido también «algunas veces»; y el 30,7% se ha sentido muy preocupado por muchas cosas que siente que simplemente no puede controlar, también «algunas veces».
La sensación más común entre los españoles ha sido la desesperanza con respecto al futuro: el 11,9% la ha sentido muchas veces en los tiempos de la Covid, el 13% bastantes veces, y el 31% algunas veces. Otros estados emocionales usuales entre los ciudadanos han sido la soledad, la irritabilidad, el nerviosismo, el agobio, el estrés y la inquietud.
Ganas de llorar
Shakespeare escribió que «lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes». ¿Lloramos por lo mismo en tiempos de pandemia? Lo cierto es que razones han sobrado, al menos para el 35,1% de los entrevistados por el CIS que reconoce momentos de llanto este último año. El 43,7% de estas personas ha llorado con alguna frecuencia.
No solo la pandemia inspira lágrimas. Hay que anotar que más del 60% se ha sentido mal por tener poco interés o sentir poco o nulo placer en hacer cosas; el 55% se ha sentido decaído o sin esperanza alguna, y un porcentaje similar se ha sentido con los nervios de punta; mientras que casi el 40% se ha sentido incapaz de parar o controlar sus preocupaciones.
Además, un cerebro vulnerable cede más fácilmente al miedo. Y algunos de los temores más usuales entre los españoles han sido contagiarse ellos o que se contagie un familiar o un ser querido, que se siga propagando sin freno el coronavirus, que no puedan volver a ver a sus familiares o amigos, que alguna persona cercana pierda su trabajo, que la sociedad ya nunca más vuelva a ser la misma, o que las pandemias se conviertan en parte de la cotidianeidad.
No es de extrañar, entonces, que los dos padecimientos más comunes entre los entrevistados este último año hayan sido los problemas para dormir (el 41,9%) y la sensación de cansancio o de tener pocas energías (el 51,9%). Son, precisamente, dos asuntos relacionados con la salud mental y, por ende, con el bienestar integral de nuestros cuerpos.
Del estudio del CIS también se extrae la conclusión de que estos problemas no han sido aún atendidos. Y es que antes de la pandemia el 17,5% de los encuestados fue tratado por un psicólogo o un psiquiatra, mientras que desde que inició la emergencia sanitaria solo un 6,4% ha sido tratado debido a problemas psicológicos.